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Turistas, jóvenes y oficinistas acuden a los campamentos cannábicos de la CDMX para comprar y consumir

Redactor: Sam Torne 

Turistas, jóvenes y oficinistas acuden a los campamentos cannábicos de la CDMX para comprar y consumir
Turistas, jóvenes y oficinistas acuden a los campamentos cannábicos de la CDMX para comprar y consumir

En la Ciudad de México, han emergido diversos campamentos conocidos como «comunas 4:20», establecidos originalmente para promover la despenalización del uso medicinal y recreativo del cannabis. Estos espacios, ubicados en puntos emblemáticos como la Estela de Luz, el Monumento a la Madre, las inmediaciones del Senado de la República, el Museo Memoria y Tolerancia, y las estaciones del Metro Hidalgo y Pino Suárez, se han convertido en áreas de tolerancia donde el consumo de cannabis es común.  

 

Sin embargo, en cuatro de estos seis campamentos, se ha reportado la venta de cannabis, con precios que comienzan desde los 10 pesos por cigarrillo.  

 

En estos campamentos, la venta de cannabis se realiza de manera discreta, a pesar de la proximidad de las autoridades. Por ejemplo, en la Estela de Luz, conocida también como «Suavicrema», se observan filas organizadas de consumidores que adquieren productos que van desde cigarrillos hasta pequeñas bolsas con un gramo de cannabis. Algunos días, como los martes, se ofrecen promociones especiales, como «dos por uno» para mujeres.  

 

A pesar de que el narcomenudeo es un delito, la Ley General de Salud permite a los consumidores portar hasta cinco gramos de cannabis para uso personal e inmediato. Esta situación ha generado un vacío legal que dificulta la intervención de las autoridades en estos espacios.  

 

Reacciones de la comunidad y las autoridades 

La presencia de estos campamentos ha generado opiniones divididas entre los habitantes de la ciudad. Algunos vecinos y transeúntes expresan su descontento por el olor a cannabis y la venta abierta de la sustancia, mientras que otros consideran estos espacios como necesarios para el ejercicio de derechos y la promoción de la cultura cannábica. Las autoridades, por su parte, han realizado operativos en algunos de estos puntos; sin embargo, la venta y el consumo continúan en gran medida sin intervención.  

 

La proliferación de estos campamentos y la venta de cannabis en ellos reflejan la necesidad de una regulación clara y efectiva sobre el consumo y comercialización de cannabis en México. Mientras no se establezcan marcos legales definidos, es probable que estos espacios sigan operando en una zona gris, generando debates sobre salud pública, seguridad y derechos individuales.  

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