El mercado de productos comestibles con cannabis ha crecido exponencialmente en los últimos años, diversificándose en una variedad de dulces, snacks y golosinas. Desde gominolas de colores hasta patatas fritas, estos productos están diseñados para atraer a los consumidores habituales de marihuana. Sin embargo, el auge de estos comestibles ha encendido alarmas entre expertos en salud pública y autoridades debido a los riesgos asociados con su consumo.
Compuestos sintéticos y riesgos de intoxicación
Uno de los mayores peligros de las golosinas con cannabis radica en los compuestos sintéticos del THC que se utilizan en su elaboración. Estos derivados sintéticos pueden ser mucho más potentes que el THC natural, aumentando significativamente el riesgo de intoxicación. Según los informes de los Mossos d'Esquadra, el consumo de estos productos ha llevado a un aumento en los casos de intoxicación, especialmente entre jóvenes y consumidores no habituales.
Recientemente, la policía catalana detuvo a un hombre en Badalona que elaboraba golosinas y snacks con THC en un obrador clandestino. Este individuo, junto con varias personas, producía una amplia gama de productos, desde barquillos rellenos de cremoso de leche hasta patatas chips, todos infusionados con altas dosis de THC. Las autoridades enviaron muestras de estos productos al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que confirmó el elevado riesgo para la seguridad alimentaria.
Consecuencias del THC en la Salud
El THC, o Delta-9-tetrahidrocannabinol, es el principal compuesto psicoactivo del cannabis. Su consumo puede provocar una serie de efectos negativos, como nerviosismo, taquicardias, paranoia, reducción de la capacidad de concentración y, en casos extremos, cuadros psicóticos. El consumo de cannabis por vía oral presenta biorritmos diferentes al fumado, con efectos que tardan más en aparecer pero también en disiparse. Esta diferencia en la absorción puede llevar a un consumo excesivo accidental, aumentando el riesgo de intoxicación.
Uno de los mayores temores de los expertos en salud pública es el consumo accidental de estos productos por parte de menores. Las golosinas con cannabis, al tener una apariencia similar a los dulces tradicionales, pueden ser ingeridas por niños sin que se den cuenta del contenido psicoactivo. Los efectos en los menores pueden ser especialmente graves, con síntomas que incluyen somnolencia, depresión del nivel de conciencia y, en casos extremos, cuadros psicóticos.
Regulación y control
La venta de productos con THC está prohibida en muchos lugares, pero la creciente popularidad de los cannabinoides sintéticos presenta un desafío para las autoridades. Estos compuestos, que a menudo no están regulados, pueden ser vendidos legalmente en algunos países bajo etiquetas engañosas. Las autoridades europeas están trabajando para identificar y prohibir estos compuestos peligrosos, pero el proceso de regulación es lento.
Los expertos en salud pública y las autoridades instan a los consumidores a ser cautelosos con los productos comestibles que contienen cannabis. Es crucial que los consumidores estén informados sobre los riesgos y verifiquen la procedencia y composición de estos productos. Además, se recomienda a los padres que mantengan estos productos fuera del alcance de los niños para prevenir intoxicaciones accidentales.
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