El "efecto Trump" impulsa la esperanza en la industria del cannabis en EE. UU.
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- hace 1 día
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Redacción: Daniela Paredes Rocha

Mientras los inversores observan con cautela los próximos pasos de la Casa Blanca, las acciones vinculadas al cannabis en Estados Unidos viven un repunte inusual tras años de volatilidad. Las expectativas se centran en posibles reformas federales, nuevas regulaciones y señales de que el presidente Donald Trump podría tener una postura más flexible respecto a la marihuana.
Optimismo financiero ante señales políticas.
Empresas como Tilray Brands, Curaleaf y Trulieve están liderando el renovado entusiasmo financiero. Tilray vio un salto del 22% en sus acciones tras reportar resultados mejores de lo esperado, mientras que Verano Holdings registró ingresos de $203 millones en el último trimestre, aunque con una pérdida neta de $44 millones por costos legales.
El impulso se intensificó en septiembre, cuando Trump compartió un video en Truth Social apoyando la cobertura de Medicare para el CBD, resaltando sus supuestas propiedades restauradoras. Las acciones reaccionaron de inmediato: Tilray subió un 42%, Aurora Cannabis un 18%, Canopy Growth un 25% y Cronos Group un 15.5%. Este fenómeno ha sido bautizado por analistas como el “efecto Trump”, explicó Adam Smith, director del Marijuana Policy Project, quien considera que este gesto podría abrir camino a un cambio de postura entre los republicanos.
Según Grand View Research, el mercado mundial de productos del cannabis podría superar los $160.000 millones para 2030. En Estados Unidos, el Departamento de Agricultura reportó un aumento del 40% en la producción anual de cannabis en 2040, impulsado por el crecimiento del consumo y el auge del cáñamo industrial.
El futuro y la posible reclasificación de la marihuana.
La Ley Agrícola de 2018 permitió la producción y venta de productos con menos del 0.3% de THC, pero la ausencia de una regulación clara generó un mercado desigual. Actualmente, el Congreso evalúa establecer normas federales que integren criterios de seguridad y etiquetado. Para Pamela Epstein, directora legal de Terpene Belt Farms, “cuanto más claras sean las reglas, mejor es para hacer negocios sin amenazas constantes sobre la cabeza”.
El presidente Trump igualmente ha sugerido que su administración “estudia” clasificar la marihuana de una droga de la Lista I a la Lista III, lo que mejoraría su investigación y reduciría las restricciones fiscales impuestas sobre las empresas del sector.
El futuro de la industria del cannabis en Estados Unidos parece estar ligado a un factor político ineludible: la voluntad del presidente Trump para redefinir el marco legal y económico del sector.
Esta transformación podría llevar al cannabis a pasar de la marginalidad a convertirse en protagonista durante la próxima década y en el futuro del país.







