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Inspector y Maldita Vecindad: leyendas que reviven el ska para nuevas generaciones

Redacción: Andrea Zamora 


Dos generaciones, un mismo ritmo: Inspector y La Maldita Vecindad se reúnen bajo una charla íntima sobre su historia, su presente en vivo y los retos y alegrías de adaptarse al cambio sin perder identidad. 

 

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En una conversación reciente que reunió a Inspector y La Maldita Vecindad, los músicos platicaron sobre sus décadas de trayectoria, cómo enfrentan los cambios en la industria musical, y lo que significa hoy tomar un escenario ante públicos que mezclan desde fans veteranos hasta nuevas generaciones que descubren el ska. El video de esta entrevista refleja emoción, honestidad y una convicción firme de que la esencia del género sigue viva. 

 

Inspector nacido en 1995 en Monterrey, se consolidó durante los años noventa y principios de los 2000 como una de las grandes fuerzas del ska mexicano. Su segundo álbum, Alma en Fuego, lanzado en 2001, los catapultó al éxito con himnos como Amnesia y Amargo Adiós, canciones que marcaron a una generación.  

 

Por su parte, La Maldita Vecindad formada en la Ciudad de México a finales de los años ochentase convirtió en referente cultural del rock-ska en español. Con su estilo que fusiona ska, rock, funk y elementos urbanos, se consolidaron como una voz para barrios, clases populares y jóvenes que buscaban identidad musical propia. En la entrevista, ambas bandas reconocen que estos años han implicado adaptarse sin traicionar sus raíces. Para Inspector, cumplir 30 años significa entender que el ska, más allá de moda, es estilo de vida, y su reto actual es conectar con quienes hoy descubren su música a través de plataformas digitales o conciertos masivos.  

 

Mientras tanto, La Maldita habla de su legado con orgullo y humildad: “la memoria es un acto revolucionario”, dice uno de sus vocalistas al recordar los 40 años de historia. La banda señala que su música nacida en vecindades, barrios, luchas sociales sigue vigente porque sigue resonando con problemáticas actuales, y porque muchos jóvenes hoy siguen buscando autenticidad.  

 

Los músicos admiten que la transformación del público los jóvenes que hoy los descubren de forma digital, con otros criterios los obliga a estar alertas: no basta con tocar viejos éxitos, hay que mantener el respeto por su esencia, pero también adaptarse a nuevas formas de consumo musical y a nuevas sensibilidades. Esa dualidad respeto al pasado, apertura al presente, según ellos, es la clave para que el ska mexicano siga vigente. 

 

Así, el encuentro entre Inspector y La Maldita Vecindad reafirma algo claro: no importa cuántos años pasen; el ska sigue siendo una forma de identidad, memoria colectiva y celebración compartida. Y mientras haya quienes bailen, cantan y recuerden, esas leyendas siguen vivas. 

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