Dispensarios de cannabis demandan a Nueva York por cambio en regla de distancia que amenaza con cerrar sus puertas
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Redacción: Fer Valdep

Un grupo de dueños de dispensarios de cannabis en Nueva York interpuso una demanda contra las autoridades estatales, alegando que podrían ser forzados a cerrar debido a un error en la interpretación de la normativa sobre la distancia mínima entre dispensarios y escuelas. El conflicto surgió luego de que funcionarios reconocieran que habían medido incorrectamente los 500 pies estipulados por la ley, lo que dejó a más de 150 negocios en una situación de incumplimiento.
Los reguladores estatales admitieron que la distancia debía calcularse desde la entrada del dispensario hasta el límite de la propiedad escolar, y no hasta la entrada del plantel, como se había hecho hasta ahora. Este cambio impacta directamente en negocios que ya habían invertido millones de dólares en renta, construcción y contratación de personal, bajo la confianza de que sus licencias y ubicaciones cumplían con la normativa vigente.
Entre los demandantes figuran organizaciones como Conbud, Rezidue y Housing Works Cannabis Company, que buscan que la Corte Suprema del Estado en Albany bloquee la corrección de la regla y reconozca la validez de las licencias otorgadas previamente. Voceros de la industria advirtieron que modificar las reglas a mitad del camino sería “un golpe fatal para el cannabis legal” en Nueva York, y contravendría la promesa estatal de fomentar un sector equitativo con oportunidades para mujeres, veteranos, comunidades racializadas y personas afectadas por las antiguas leyes de prohibición.
Aunque la Oficina de Gestión del Cannabis reconoció su error y ofreció disculpas, sostiene que se necesita una intervención legislativa para permitir que los dispensarios afectados continúen en sus ubicaciones actuales. Por su parte, la gobernadora Kathy Hochul calificó el caso como “un gran error” y aseguró que trabajará con los legisladores para garantizar que los negocios puedan seguir operando. Mientras tanto, la industria legal del cannabis en el estado enfrenta un nuevo obstáculo en su accidentado camino, pese a que se proyecta que alcanzará los mil millones de dólares en ventas este año a partir de agosto.