Venancio Club: el cannabis medicinal hecho con ciencia en Buenos Aires
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- hace 2 días
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Redacción: Andrea Zamora
En Caballito, Buenos Aires, un club de cannabis medicinal muestra cómo combinar tecnología, trazabilidad y enfoque humano para ofrecer productos de calidad. El episodio 1 de Blooming Tours revela su proceso desde la semilla hasta el paciente.

En pleno barrio de Caballito, el Venancio Club se ha consolidado como un referente del cannabis medicinal en Buenos Aires. Su enfoque combina profesionalismo, trazabilidad y cuidado al paciente, dejando atrás estigmas y mostrando un camino más serio y responsable en la producción de cannabis.
El recorrido que se observa en el primer episodio de Blooming Tours muestra un espacio cuidadosamente organizado: control ambiental, protocolos estrictos y atención a cada detalle del cultivo. Cada planta tiene seguimiento completo, desde el riego y nutrientes hasta la cosecha y extracción, asegurando transparencia en un sector que aún enfrenta prejuicios y necesita regulación clara.
El club no solo produce productos, sino que también ofrece acompañamiento al paciente. Según sus responsables, se trata de “cultivar con dedicación y respeto, cuidando cada detalle para ofrecer un producto de alta calidad, natural y confiable”. Esto lo diferencia de las visiones más recreativas o comerciales que dominan el debate público sobre cannabis.
El hecho de que el cultivo esté en un entorno urbano subraya la innovación del proyecto: no es una granja rural aislada, sino un espacio profesional adaptado al centro de la ciudad. Además, su apertura a la comunidad a través del vídeo permite que el público observe la ciencia, higiene y ética detrás del proceso, contribuyendo a normalizar el cannabis medicinal de manera informada.
Este proyecto también plantea un modelo a seguir para otros emprendimientos: producción local, trazabilidad total, acompañamiento al paciente y transparencia. Al mostrar cómo puede funcionar un cultivo urbano y profesional, el Venancio Club desafía barreras regulatorias y sociales, promoviendo una percepción más madura sobre la industria cannábica.
En conclusión, el Venancio Club demuestra que el cannabis medicinal puede producirse de manera profesional, ética y centrada en el bienestar del paciente. Su ejemplo invita a mirar más allá del mito y acercarse a una realidad seria y regulada, que combina ciencia, cuidado y compromiso social.








