The Roots Radics: la banda de sesión que reinventó el sonido del reggae jamaicano
- RootsLand

- 7 oct
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Redacción: Fer Valdep
The Roots Radics impusieron en los ochenta un reggae más seco y potente: una banda de sesión que, con Flabba, Bingy Bunny y Style al frente, redefinió ritmos, ayudó a relanzar carreras y dejó su huella indeleble en miles de grabaciones.

A finales de los años setenta y al comenzar los ochenta, cuando el reggae comenzaba a transformarse, surgió una formación que cambiaría el pulso musical de Jamaica: The Roots Radics. Con un sonido espartano, tempos más rápidos y ritmos contundentes, el grupo fue fundamental para cristalizar el rockers reggae, una variante más agresiva y enfática que desplazó durante buena parte de la década al sonido roots más orquestado.
La banda nació cuando el bajista Errol “Flabba” Holt se reunió con su antiguo compañero, el guitarrista Eric “Bingy Bunny” Lamont, y después reclutaron al baterista Lincoln “Style” Scott. Originalmente se presentaron como The Roots Rockers, pero pronto adoptaron el nombre Roots Radics: una decisión consciente que, en palabras de Flabba, respondía a la necesidad de “ser radicales” y hacer algo nuevo para la música reggae.
El sello característico de los Radics fue precisamente esa sonoridad cortante y fundamental: ritmos desafiantes, baterías con ataques secos, guitarras afiladas y líneas de bajo poderosas que empujaban la música hacia un terreno más inmediato y bailable. Su estética produjo una transición clara: muchos de los arreglos y ornamentos del roots tradicional (órganos, percusiones abundantes, coros amplios) fueron reemplazados por una instrumentación más reducida pero más contundente, ideal para el auge del dancehall y los vocalistas de la época.
La influencia de los Roots Radics no se limitó a su propio catálogo: se convirtieron en la columna vertebral de centenares de grabaciones durante los primeros años ochenta. Trabajaron con productores y técnicos clave —como Henry “Junjo” Lawes y el dubmaster Scientist— y colaboraron en discos que rejuvenecieron las carreras de artistas como Gregory Isaacs, Bunny Wailer, Barrington Levy, Prince Far-I, The Wailing Souls, Eek-a-Mouse, Israel Vibration, Toyan y Yellowman, entre muchos otros. Esa capacidad para producir ritmos impecables hizo que su huella sonora se escuchara en miles de registros.
Además de su labor en estudio, las anécdotas sobre la banda muestran su alcance cultural. Flabba recuerda, por ejemplo, cómo una interacción en Channel One con músicos extranjeros derivó —sin que él lo imaginara— en una conexión con la escena punk británica: una pequeña enseñanza de bajo que, tiempo después, aparecería en portadas y discos de bandas como The Clash, ilustrando la manera en que el reggae de Jamaica se filtró en otros movimientos globales.
Hoy, la memoria de los Roots Radics permanece no solo en sus propios lanzamientos, sino en la enorme cantidad de sesiones y pistas que ayudaron a moldear la década de los ochenta en la isla. Su sonido, austero y potente, sigue siendo referencia para entender cómo el reggae se adaptó a nuevas urgencias rítmicas y culturales, dejando claro que a veces menos instrumentos significan más fuerza.








