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Rocksteady: el sonido profundo y melódico que cambió para siempre el rumbo del reggae

Redactor: Sam Torne 

Rocksteady
Rocksteady

Entre 1966 y 1968, Jamaica vivió una transformación musical que reflejaba la complejidad de su entorno social. Tras alcanzar la independencia en 1962, el país enfrentó grandes desafíos: desempleo juvenil, migraciones del campo a la ciudad y un aumento en la violencia urbana. En este contexto, el ska —rápido, optimista y bailable— comenzó a sentirse desfasado respecto a las nuevas realidades de los jóvenes jamaicanos. Fue entonces cuando surgió un nuevo ritmo: más pausado, introspectivo y cargado de emoción. 

 

Musicalmente, el rocksteady se caracterizó por una desaceleración del tempo respecto al ska. Esta pausa rítmica permitió destacar líneas de bajo más melódicas y complejas, las cuales se convirtieron en el alma del género. Los vientos, antes protagonistas, pasaron a un segundo plano, mientras que las guitarras y teclados adquirieron un rol más armónico. El enfoque se desplazó hacia las voces: armonías vocales influenciadas por el soul estadounidense y letras que hablaban tanto de amor como de frustración, pobreza y esperanza. 

 

Uno de los nombres clave de este periodo fue Alton Ellis, cuya canción «Rock Steady» no solo dio título al género, sino que lo definió estilísticamente. También destacaron grupos vocales como The Heptones, The Paragons y The Techniques, cuyas baladas urbanas y coros pegajosos dejaron huella en toda una generación. Temas como «Take It Easy» de Hopeton Lewis o «Tide Is High» de The Paragons se convirtieron en clásicos que traspasaron fronteras y aún hoy son versionados. 

 

Aunque su existencia fue breve, el rocksteady fue el laboratorio donde se cocinó el sonido del reggae. Muchos de los artistas que brillaron en esta etapa evolucionarían hacia el reggae roots de los años 70. El cambio no fue solo musical: el contenido lírico comenzó a incorporar temas espirituales, políticos y sociales más profundos, influenciados por el movimiento rastafari. Así, el rocksteady sirvió como el eslabón entre la alegría juvenil del ska y la conciencia rebelde del reggae. 

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