Rastas y justicia: La corte suprema decide
- RootsLand
- hace 12 horas
- 2 Min. de lectura
Redacción: Inés Arroyo

La Corte Suprema de Estados Unidos acordó revisar un caso que podría marcar un precedente sobre la protección de los derechos religiosos de los presos. Damon Landor, un exrecluso de Luisiana demandó a funcionarios penitenciarios por afeitarle las rastas contra su voluntad, violando su fe rastafari.
Landor fue condenado en 2020 a cinco meses de prisión por posesión de drogas. Durante la mayor parte de su encarcelamiento, pudo mantener sus rastas, una práctica fundamental para su religión. Pero al ser trasladado a otro centro penitenciario, las autoridades le exigieron cortar su cabello. Aunque Landor mostró una orden judicial que protegía su derecho a mantener las rastas, los guardias lo ignoraron y lo afeitaron a la fuerza.
El exrecluso presentó una demanda amparada en la Ley de Uso de Tierra Religiosa y Personas Institucionalizadas (RLUIPA), que protege la libertad religiosa en prisiones. Sin embargo, tribunales inferiores desestimaron su caso, argumentando que esta ley no permite demandas por daños monetarios contra funcionarios estatales individuales.
La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito reconoció la violación de sus derechos, pero también negó su demanda por daños. Ahora, la Corte Suprema evaluará si los presos pueden reclamar compensación por violaciones de RLUIPA.
Este caso tiene importancia para la comunidad rastafari, para la que las rastas son símbolo sagrado de su fe. Además, puede afectar a otros grupos religiosos que enfrentan restricciones en prisiones.
La Corte Suprema escuchará los argumentos en su periodo que inicia en octubre de 2025, y se espera una decisión en 2026. El resultado definirá cómo se protegen los derechos religiosos dentro del sistema penitenciario.
¿Hasta qué punto debe el sistema penitenciario respetar las creencias religiosas, incluso cuando chocan con sus normas internas?