La Mesh Marina como símbolo cultural jamaicano
- RootsLand

- 10 nov
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Redacción: Guicel Garrido

La icónica camiseta de red nació en la Noruega de los años 30 como una solución para el frío. Tras viajar al Caribe, se adaptó al calor tropical y fue convertida en un símbolo de rebeldía por los jóvenes urbanos.
Pocas prendas capturan el espíritu libre y el inconfundible 'swag' de Jamaica como la mesh marina, la icónica camiseta de red. Aunque su presencia en las calles de Kingston parece tan natural como un one drop de reggae, su origen se encuentra a miles de kilómetros, en los fríos fiordos de Noruega.
La historia de esta prenda comienza en la década de 1930 con el capitán noruego Henrik Brun, buscando una solución para mantener secos y cálidos a sus soldados en condiciones extremas, Brun diseñó la primera camiseta de red bajo la marca Brynje. El concepto era simple pero revolucionario: la red creaba una capa de aire aislante, manteniendo la humedad lejos del cuerpo. Rápidamente conocida en el Reino Unido como la string vest y se popularizó como ropa funcional.
Con el comercio y la migración colonial, la string vest emprendió un viaje transatlántico. Al llegar a Jamaica, encontró un propósito radicalmente diferente. En lugar de ofrecer abrigo contra el frío nórdico, se convirtió en la herramienta perfecta para la ventilación en el calor tropical, transformándose en un básico del vestir popular en la isla.
Su ascenso de prenda funcional a declaración de moda ocurrió en los años 50 y 60. En Jamaica, la mesh marina fue adoptada por los rude boys, jóvenes urbanos que expresaban su inconformidad con el sistema a través de su estilo. Llevada con una camisa abierta, pantalones de pinzas y zapatos Clarks, la camiseta de red se convirtió en parte de un uniforme callejero que proyectaba actitud y desafío.
El verdadero salto global llegó en los años 70, con la expansión del reggae, figuras icónicas como Bob Marley, Gregory Isaacs y Dennis Brown la lucieron con una naturalidad que fusionó la prenda inseparablemente con la imagen del auténtico espíritu jamaicano.
A finales de los 80 y durante los 90, la mesh marina se reinventó con la explosión del dancehall. Artistas como Buju Banton y Capleton la transformaron en puro espectáculo. Diseñadores locales y crews de baile experimentaron con ganzies multicolor, cortes audaces y una estética de exceso que convertía la pista de baile en pasarela.
Hoy, la prenda mantiene su vigencia, siendo un pilar en la estética de una nueva generación de artistas como Protoje, Chronixx y Popcaan. Su atractivo ha trascendido las fronteras del Caribe, inspirando a casas de moda de alta costura como Gucci y marcas deportivas como Adidas, que han jugado con tejidos similares.
De un invento para la Armada Noruega a un símbolo de la rebeldía caribeña, la mesh marina es un poderoso recordatorio de cómo la moda, a través de la migración y la adaptación cultural, puede convertir lo ordinario en un ícono global.







