Redacción Sofía Daniela Chávez Arteaga ANCOP
El contexto histórico jamaiquino es un referente importante y directo para el surgimiento del ska y principalmente del reggae, además de todo lo que Bob Marley aportó al país, a la industria musical y la ideología, pues si algo influyó e inspiró a Marley para explotar su talento fue la situación por la que pasaba su país, que para él era muy importante y de alguna manera tenía que hacerse oír.
La tensión política interna de Jamaica llevaba varios años en controversia, pues aproximadamente desde 1974 a 1980 estos roces políticos convertidos más bien en una guerra y/o violencia política, se llevaba arrastrando a muchas personas, además de tener condiciones nada favorables a los habitantes jamaiquinos.
En un mundo de desigualdad y racismo muy marcado, Marley siempre estuvo en la mira, pues su papá era un militar inglés y su mamá era empleada doméstica afro-jamaiquina, por lo tanto Bob se encontraba en medio de dos posturas complicadas, pues el racismo estaba en uno de sus puntos más fuertes, sin embargo, él fue uno de los precursores del rastafarismo, que con un pensamiento de igualdad, equidad y sobretodo inclusión y paz buscaba expandir este pensamiento, para así poder aniquilar las diferencias sociales.
Dicha ideología se vio reflejada en 1978, luego de vivir exiliado en Londres por el atentado que tuvo en su casa, donde no pudieron matarlo pero si herirlo; Marley participó en el concierto One Love Peace, un concierto en Londres organizado con el fin de poder unir y eliminar este conflicto político entre la izquierda y ideología derecha de jamaica, y fue Bob Marley quien logró que ambos líderes políticos se estrecharan la mano e incluso Marley en medio; un hecho que marcó la historia, pues aunque no obtuvo gran impacto político, fue un símbolo que le dio la vuelta al mundo cuando una persona “negra”, había unido a dos partidos políticos de personas “blancas”.
A pesar de que el conflicto continuó unos años más, Bob Marley recibió una Medalla de la Paz en 1978 de parte de las Naciones Unidas, por buscar estos movimientos pacifistas y lograr –en ocasiones– que cesaran los conflictos políticos y sociales.
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