Redacción Frida
Gelato #41, conocida también como Bacio Gelato, emerge como el fenotipo más distinguido de la familia Gelato, ganándose la aclamación mundial gracias a sus singulares y ricos sabores, así como a su notoria potencia. Originaria de California, esta variedad índica, es el resultado de la combinación entre las renombradas Sunset Sherbet y Thin Mint Cookies. Sin embargo, el cultivo de esta planta se considera un reto y se recomienda especialmente para los cultivadores con experiencia previa.
La contribución de esta variedad a la cultura cannábica es innegable. Criada inicialmente por Sherbinskis, la Gelato #41 ha revolucionado el sabor y la textura de la marihuana contemporánea. Hoy, varios bancos de semillas promocionan sus propias versiones, y su ausencia en la cría moderna de cannabis es inimaginable.
La inconfundible paleta de sabores de Gelato #41 incluye toques cremosos, terrosos y a pino, con un sabor más complejo que agrega notas de vainilla, menta, bayas, lavanda y pimienta. Es rica en terpenos como el cariofileno, limoneno, mirceno, entre otros. Además, posee un contenido de THC que oscila entre el 29-32%, ofreciendo un impacto potente incluso para los consumidores más habituales. Por ende, se aconseja precaución para quienes tienen una tolerancia baja al THC.
Mientras algunos consumidores recreativos disfrutan de Gelato #41 para relajarse o potenciar su creatividad, aquellos que la consumen con fines medicinales reportan beneficios en la lucha contra el estrés, la ansiedad y el dolor crónico. No obstante, se recomienda el consumo moderado para evitar efectos adversos como la ansiedad y la paranoia.
Finalmente, para los cultivadores, este fenotipo, que tiende a ser arbustivo y compacto, requiere condiciones específicas para florecer óptimamente en un período de 7 a 9 semanas. Aquellos que buscan un ciclo más corto pueden optar por la versión autofloreciente.
En resumen, la Gelato #41 se consolida como una variedad imprescindible para los sibaritas del cannabis, prometiendo una experiencia inigualable en sabor y efecto. Sin duda, es una muestra del refinamiento alcanzado en la cría moderna de cannabis.