Etnorock II: Punk, ska, rap y reggae en lenguas originarias
- RootsLand

- hace 3 días
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La nueva publicación destaca que el rock indígena ha evolucionado y expandido sus fronteras lingüísticas y musicales del ska, reggae, trap, dancehall, demostrando que la música es la herramienta más fuerte para la conservación cultural y la conexión global de los jóvenes.

El gestionamiento de las expresiones musicales en lenguajes originarios ha dado pie a un amplio proceso de documentación plasmado en el libro “Etnorock II” . “Diez años después”. Este volumen analiza los profundos cambios que experimentan los jóvenes indígenas que ejecutan diversos géneros contemporáneos.
En la presentación realizada en el Museo Casa de Carranza, el subdirector de la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Benjamín Muratalla, mencionó que el volumen recopila diversos puntos de vista —desde enfoques sociológicos, antropológicos e históricos— acerca de este fenómeno sociocultural. “Todas las músicas están profundamente ligadas con el grupo que las produce originales”, afirmó.
Desde el Centro de Estudios de México y Centroamérica (CESMECA) de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, Martín López Moya explicó que una de las razones para hacer este trabajo fue la aparición de nuevas texturas sonoras que nacieron en el contexto de la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en los Altos de Chiapas, donde el rock se posicionó como el soundtrack del movimiento.
Detallaron que el reggae y el rock en lenguajes indígenas surgieron porque los jóvenes de la región de Chiapas sintieron la necesidad de mostrar el arte y su cultura, algo que no se hacía antes.
El rock se convirtió en un recurso para formular principios de pertenencia cultural, pero también de conexión juvenil. Estos músicos pusieron en cuestionamiento la idea de comunidades indígenas homogéneas. “Es un complejo donde caben muchas músicas, que tiene como principio hablar en las lenguas locales, lo que hace que muchos jóvenes evolucionen sus fronteras lingüísticas y territoriales, y establezcan diálogos con personas de otra parte del mundo.”
Por su parte, el profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana–Iztapalapa, Juris Tipa, consideró que el primer volumen fue pionero no solo en México, sino en América Latina. Por ello, se decidió regresar al tema 10 años después, ampliando el enfoque a más géneros como el punk, el reggae, el ska y el rap.
La mayoría de la literatura académica en México rara vez se detiene sobre estas experiencias musicales, y es ahí donde radica uno de los grandes aciertos de este trabajo. De esta manera, cada acorde de ska, cada verso del rap y cada grito de punk cantado en una lengua ancestral se vuelve un acto futuro, asegurando que el lenguaje cultural, lejos de quedar en el pasado, hoy resuena con mucha fuerza y energía en las pistas de baile y en la conciencia de la sociedad moderna.








