España da el paso: decreto regula cannabis medicinal dentro del sistema hospitalario

Redacción: José Sahagún  

España ha aprobado un decreto histórico que abre la puerta al uso medicinal del cannabis —aunque bajo condiciones estrictas— y marca el inicio de un nuevo capítulo en la regulación de terapias con esta planta. 

L

a norma establece que los pacientes accederán únicamente a fórmulas magistrales estandarizadas elaboradas con cannabis, distribuidas exclusivamente en hospitales y bajo prescripción especializada. 

¿Qué permite el decreto? 

El decreto no autoriza el acceso libre a la flor seca ni contempla el autocultivo. En su lugar, los pacientes podrán acceder a preparaciones estandarizadas —principalmente aceites u otros extractos— formuladas con niveles controlados de THC y CBD 

Estas fórmulas serán producidas en farmacias hospitalarias autorizadas y recetadas únicamente por médicos especialistas. 

El objetivo central del decreto es que el cannabis medicinal sea una alternativa cuando los tratamientos convencionales fallan, actuando como opción terapéutica supervisada y regulada. El decreto no incluye una lista cerrada de enfermedades; será la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) la encargada de definir, mediante monografías clínicas, los usos permitidos. 

Opiniones y retos planteados 

La normativa ha sido recibida con esperanza por distintos colectivos y pacientes que han defendido durante años un acceso legal y seguro. Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español de Cannabis Medicinal, consideró que el decreto representa “un paso que se celebra”, aunque reconoce que es limitado. Por su parte, el investigador Guillermo Velasco señala que, aunque es un avance, la normativa deja pendientes temas fundamentales como la accesibilidad y capacitación médica. 

Uno de los principales puntos de crítica es que los tratamientos solo podrán dispensarse en hospitales. Para pacientes que viven lejos o tienen movilidad limitada, esto podría implicar barreras de acceso. Además, la exclusión de la flor seca del cannabis plantea interrogantes sobre la eficacia terapéutica para aquellos que encuentran alivio en otras formas. 

Aunque no todo está definido, el decreto señala el inicio de lo que muchos consideran una regulación imperfecta pero necesaria. Queda por ver cómo se logran resolver los cuellos de botella y expandir esta política hacia un acceso más inclusivo y efectivo.