El ritmo de Jamaica que conquistó el mundo
- RootsLand

- 22 jul
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Redacción: Naome Zavala

Nacido en las vibrantes calles de Jamaica a finales de la década de 1960, el reggae es mucho más que un género musical; es una voz cultural, un símbolo de resistencia y un mensaje de paz universal. Con su distintivo ritmo sincopado y letras cargadas de conciencia social, el reggae trascendió las fronteras de la isla caribeña para convertirse en un fenómeno global, inmortalizado por figuras legendarias como Bob Marley y Toots and the Maytals.
El reggae emergió como una evolución más lenta de los géneros ska y rocksteady, que dominaron la escena musical jamaiquina tras la independencia del país en 1962. Impulsado por productores visionarios como Duke Reid y Coxsone Dodd, el reggae rápidamente se convirtió en la banda sonora de la nación, resonando con el sentimiento de desencanto ante la persistente desigualdad y violencia. Para la década de 1970, su influencia ya se sentía en Gran Bretaña, Estados Unidos y África, consolidándose como un canal para los oprimidos. En 2018, la UNESCO reconoció la trascendencia del reggae al declararlo Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
La esencia del reggae reside en su ritmo a contratiempo, conocido como off-beat o sincopado, donde los acordes se marcan en los pulsos débiles del compás (el 2 y el 4). Aunque comparte esta base con el ska, el reggae se distingue por un tempo considerablemente más lento. La instrumentación clásica incluye voz, guitarra, bajo, teclado y batería, a menudo complementada con vientos metales como el saxo, el trombón y la trompeta. El bajo, con un peso melódico prominente, y el patrón de batería “one drop” —que acentúa el bombo en el primer pulso— son elementos clave que definen su sonido inconfundible, un eco, según algunos, de los disparos en los guetos de Kingston.
A lo largo de su historia, el reggae ha dado origen a diversos subgéneros que reflejan su adaptabilidad y evolución. El roots reggae es la expresión más pura del género original, enfocada en la espiritualidad rastafari y la crítica social, con Bob Marley como su máximo exponente. El dancehall, surgido en los años 80, presenta ritmos más rápidos y electrónicos, con un enfoque hedonista y letras más explícitas. Por otro lado, el dub, pionero de la música electrónica a finales de los 60, manipula grabaciones originales de reggae para crear paisajes sonoros ambientales, con King Tubby y Lee "Scratch" Perry como sus figuras icónicas. Finalmente, el reggaetón, aunque derivado del reggae cantado en español y con elementos de hip hop latino, se ha distanciado progresivamente del sonido original, consolidándose como un género propio.
Los nombres que brillan con luz propia en la constelación del reggae son ineludibles. Bob Marley, cantante, guitarrista y compositor jamaiquino, líder de Bob Marley & The Wailers, es indiscutiblemente el rostro más reconocido del reggae y una fuerza impulsora en la difusión global del movimiento rastafari. Éxitos como "I Shot the Sheriff", "No Woman, No Cry" y "Redemption Song" han cimentado su legado, y su álbum póstumo "Legend" sigue siendo el disco de reggae más vendido de la historia. Otro pilar fundamental es Toots and the Maytals, el grupo al que se le atribuye la primera mención de la palabra "reggae" en su canción de 1968 "Do the Reggay". Liderados por el carismático Frederick "Toots" Hibbert, canciones como "54-46 That's My Number" y "Pressure Drop" los establecieron como pioneros del género. La influencia de estos artistas no solo radica en su música, sino en cómo el reggae continúa siendo una poderosa expresión cultural en todo el mundo.







