El estado de Nueva York anuló las leyes locales sobre cannabis de Long Island, considerándolas ilegales y excesivas
- RootsLand
- hace 20 horas
- 2 Min. de lectura
Redacción: Javier Escárcega

La decisión unánime de la Junta de Control de Cannabis del estado acabó de facto con el sistema local de permisos de Southampton, un sistema por el que los propietarios de negocios de cannabis con licencia estatal, Marquis Hayes y Kim Stetz, del dispensario Brown Budda, demandaron a la ciudad. Pues habían acusado a los funcionarios municipales de instrumentalizar deliberadamente las leyes de zonificación y los requisitos de permisos para frenar su negocio aprobado por el estado y mantener las operaciones legales de cannabis fuera de la elegante ciudad costera de Long Island.
En un comunicado el abogado de Brown Budda, Christian Killoran declaro lo siguiente; La decisión de la junta supone una rotunda reprimenda para los funcionarios locales que en su momento afirmaron: Nosotros vivimos aquí, el Estado no vive aquí, el estado ha dejado clara su postura: Southampton está en Nueva York. Usted vive aquí. Nosotros vivimos aquí. La decisión afirma que la ley estatal rige la regulación del cannabis y que los municipios no pueden reescribir las normas para adaptarlas a sus propios intereses.
La sentencia consideró que el código local de Southampton era impracticable según la ley estatal y anuló formalmente varias secciones de su código de zonificación, incluido el requisito municipal de permisos de uso especial y zonas de amortiguamiento. Los reguladores estatales también anularon los intentos de la ciudad de regular las entregas de marihuana dentro de sus fronteras, calificando cualquier esfuerzo previo para hacerlo como; completamente fuera de la autoridad municipal.
La decisión supone un revés devastador para Southampton, que ha dedicado los últimos tres años a endurecer sus leyes sobre el cannabis y a dilatar las aprobaciones a pesar de no haberse excluido nunca del marco de legalización estatal del año 2021, que solo requería una votación de su gobierno local.
El dispensario con sede en Southampton uno de los primeros en obtener licencia en el estado y el primero aprobado en Long Island en 2022 ha perdido millones en ingresos potenciales y productos de cannabis caducados, además de haber invertido cientos de miles más en alquiler, tasas y gastos legales. Con todo esto la regulación de la marihuana recae enteramente en el estado, y afirma que los municipios locales no pueden controlar minuciosamente quién puede vender o entregar cannabis dentro de sus fronteras.




