De Jamaica a Hawái: el nacimiento de un ritmo
- RootsLand

- 29 ago
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Redacción: Guicel Garrido

El ritmo inconfundible del reggae, con su toque caribeño y su mensaje de resistencia, parece haber encontrado un segundo hogar a miles de kilómetros de su origen jamaicano: en las islas de Hawái. Para la etnomusicóloga Sunaina Keonaona Kale, esta adopción no es una coincidencia, sino un fascinante reflejo de las luchas y la cultura compartida entre el pueblo Kanaka Maoli (nativo hawaiano) y la diáspora africana.
Un viaje a las raíces del reggae en Hawái
Sunaina Keonaona Kale creció en California escuchando la música hawaiana tradicional, desde el falsete de Israel Kamakawiwo'ole hasta las melodías de los Brothers Cazimero. Pero en sus viajes a O'ahu para visitar a su familia, notaba un marcado contraste. En lugar de los sonidos de guitarra slack-key, la banda sonora de la vida cotidiana en la isla era, sin lugar a dudas, el reggae. Este descubrimiento la llevó a una pregunta fundamental: ¿cómo llegó un género tan profundamente ligado a la lucha por la liberación afrojamaicana del colonialismo a ser tan popular en Hawái?
Esta pregunta impulsó la investigación doctoral de Kale y la llevó a explorar la compleja relación entre dos culturas separadas por un vasto océano. Aunque a primera vista parezca haber pocas similitudes estilísticas entre la música hawaiana y el reggae, Kale argumenta que la conexión es profunda y resuena con la lucha compartida de los pueblos indígenas contra la ocupación y el colonialismo.
La raíz del reggae hawaiano
El reggae surgió en Jamaica en la década de 1950, alimentado por la cultura de los "sound systems" que se formó en las calles de Kingston. Fue un género forjado en la agitación política, especialmente entre la población afrojamaicana pobre. Con la independencia de Jamaica de Gran Bretaña en 1962, la música se convirtió en un vehículo para la política de liberación negra y las ideas de la religión rastafari.
El sonido característico del roots reggae se distingue por su ritmo "one-drop", en el que se enfatiza el tercer tiempo del compás en lugar del primero. A esto se suman otros elementos como la "burbuja" de los teclados y el "skank" de la guitarra, que crean una melodía distintiva.
La reacción hawaiana y el "sonido dulce" del reggae isleño
La llegada y popularidad del reggae en Hawái no fue un camino de rosas. Hubo una reacción negativa, especialmente por parte de aquellos que vivieron el Renacimiento Hawaiano de la década de 1970, un movimiento de revitalización cultural que había devuelto a la vida el idioma, el hula y los cantos tradicionales. Para ellos, era frustrante ver a los jóvenes músicos adoptar un género que no sonaba "tradicionalmente hawaiano".
A pesar de esto, el reggae encontró su lugar. Kale explica que los músicos hawaianos moldearon el género, dándole un sonido que se alinea con la estética nahenahe, una palabra que en hawaiano significa "sonido dulce". A diferencia del sonido más "abierto" del roots reggae jamaicano, el reggae isleño se hizo más denso, suave y con menos percusión, incorporando influencias del R&B y el pop estadounidense.
Una historia compartida de lucha y modernidad
Para Sunaina Kale, la popularidad del reggae en Hawái no se limita solo a las similitudes políticas entre los Kanaka Maoli y los afrojamaicanos. La investigadora argumenta que el reggae encaja en las ideas culturales hawaianas sobre la música y se convierte en una adición a una historia mucho más larga de música hawaiana que ha incorporado constantemente formas globales.
El trabajo de Kale desafía la noción de "autenticidad" en la música, una idea que a menudo relega a las culturas indígenas a una historia estancada. Demuestra que la música del pueblo Kanaka Maoli es una cultura viva, que respira y se adapta, y que la adopción del reggae es una muestra de su resistencia y modernidad.







