Cannabis medicinal: una alternativa emergente para tratar la ansiedad y reducir el uso de clonazepam y lorazepam

Redacción: José Sahagún 

Pacientes reportan menor consumo de benzodiacepinas al incorporar tratamientos con cannabidiol (CBD). 

La ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes a nivel mundial, y su tratamiento tradicionalmente ha incluido el uso de benzodiacepinas como clonazepam y lorazepam. Sin embargo, el creciente interés en el cannabis medicinal ha llevado a investigadores a explorar su potencial como alternativa terapéutica. 

Cannabis medicinal como opción terapéutica 

El cannabidiol (CBD), un compuesto no psicoactivo del cannabis, ha mostrado propiedades ansiolíticas en diversos estudios. A diferencia de las benzodiacepinas, el CBD no genera dependencia ni efectos secundarios graves, lo que lo convierte en una opción atractiva para quienes buscan alternativas más seguras para el manejo de la ansiedad. 

Estudios y ensayos clínicos 

Investigaciones recientes han observado que un porcentaje significativo de pacientes que comenzaron a utilizar cannabis medicinal lograron reducir o incluso suspender el uso de benzodiacepinas. Por ejemplo, un estudio reveló que aproximadamente el 45% de los pacientes habían dejado de tomar medicación con benzodiacepinas a los seis meses de iniciar el consumo de cannabis medicinal. 

Además, científicos argentinos están llevando a cabo ensayos clínicos para evaluar la eficacia de aceites derivados del cannabis en la reducción de la dependencia a medicamentos sedantes como el clonazepam y el Lorazepam. 

Consideraciones y precauciones 

Aunque el cannabis medicinal muestra promesas, es fundamental que su uso sea supervisado por profesionales de la salud. El CBD puede interactuar con enzimas hepáticas responsables de metabolizar ciertos medicamentos, lo que podría alterar sus efectos 

El cannabis medicinal, especialmente el CBD, emerge como una alternativa viable para el tratamiento de la ansiedad y la reducción del uso de benzodiacepinas. Sin embargo, es esencial contar con la orientación de profesionales médicos para garantizar su uso seguro y efectivo.