Cannabis contra el cáncer de ovario: una nueva frontera en la medicina ginecológica
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Redacción: Guicel Garrido

Investigadores descubren que la combinación de CBD y THC no solo frena el crecimiento tumoral, sino que protege las células sanas, abriendo la puerta a tratamientos menos tóxicos.
El cáncer de ovario se mantiene como uno de los desafíos más complejos de la oncología moderna. Debido a su diagnóstico habitualmente tardío y a sus altas tasas de recurrencia, la ciencia busca desesperadamente alternativas que superen las limitaciones de los tratamientos actuales. En este contexto, un reciente estudio publicado en la revista Frontiers in Pharmacology ha arrojado una luz de esperanza: los compuestos naturales del cannabis podrían ser la clave para una nueva generación de terapias.
El poder de la sinergia: CBD y THC
La investigación, liderada por el Dr. Siyao Tong de la Universidad de Khon Kaen, revela que el cannabidiol (CBD) y el tetrahidrocannabinol (THC) exhiben efectos anticancerígenos "sorprendentemente fuertes" cuando se administran de forma conjunta.
A diferencia de otros enfoques, esta combinación actúa en tres frentes críticos:
Inhibición del crecimiento: Ralentiza la división de las células cancerosas.
Control de colonias: Reduce drásticamente la formación de nuevos grupos celulares.
Bloqueo de metástasis: Detiene la capacidad del cáncer para migrar y propagarse a otros órganos.
Un tratamiento inteligente y selectivo
Uno de los hallazgos más prometedores es la baja toxicidad del tratamiento. Mientras que la quimioterapia convencional suele afectar tanto a células dañinas como a sanas, esta combinación de compuestos del cannabis mostró un impacto mínimo en los tejidos saludables.
Según el equipo de investigación, el secreto reside en la restauración de las vías de señalización celular. El cáncer suele "secuestrar" estas rutas para alimentarse y crecer; el CBD y el THC intervienen para restaurar el orden biológico y detener el avance del tumor.
Un camino largo, pero esperanzador
A pesar del entusiasmo, los expertos piden cautela. "Aunque los resultados ponen de relieve un camino prometedor, aún se necesita un trabajo importante antes de desarrollar fármacos listos para el paciente", señala el estudio. Los experimentos actuales se han realizado en entornos controlados de laboratorio, y la transición a ensayos clínicos humanos es el siguiente gran paso.
El Dr. Tong subraya que el objetivo final es ofrecer "nueva esperanza" a las pacientes que enfrentan esta enfermedad, considerada una de las malignidades ginecológicas más mortales. Con el desarrollo de medicamentos derivados del cannabis, el futuro del tratamiento oncológico podría ser no solo más efectivo, sino también mucho más humano y menos agresivo para el cuerpo.







