El consumo de marihuana entre los adultos mayores en Estados Unidos está en aumento, según un análisis reciente que sugiere una relación directa con la legalización del cannabis en varios estados del país.
El análisis, dirigido por la Dra. Silvia Pérez-Vilar de la FDA, examinó datos de casi 56 millones de beneficiarios de Medicare, excluyendo a residentes de hogares de ancianos, para evaluar la atención médica relacionada con el cannabis entre 2017 y 2022. Los resultados fueron reveladores: las tasas de encuentros médicos por trastornos relacionados con el cannabis mostraron un aumento constante durante estos cinco años.
En 2022, los estados que legalizaron el uso médico y recreativo de la marihuana registraron las tasas más altas de atención médica por problemas relacionados con esta droga. Específicamente, se observaron aproximadamente 45 casos por cada 10,000 reclamaciones de Medicare en estos estados. En contraste, donde solo era legal el uso medicinal, pero no recreativo, la tasa fue ligeramente menor, con 41.5 casos por cada 10,000. En estados donde el cannabis seguía siendo ilegal, tanto para uso médico como recreativo, la tasa fue considerablemente más baja, con 27.7 casos por cada 10,000 reclamaciones.
Expertos han expresado preocupación por este incremento, particularmente debido a la potencia cada vez mayor del cannabis disponible en el mercado. Estudios previos han vinculado el consumo de cannabis con problemas de salud mental, como episodios psicóticos, especialmente entre los jóvenes. Ahora, el nuevo estudio indica que estos riesgos podrían extenderse a la población adulta mayor, que también está experimentando un aumento en los problemas de salud asociados con el cannabis.
El informe de la FDA destaca la necesidad de una mayor vigilancia y educación sobre los riesgos del consumo de marihuana, especialmente en comunidades donde su uso ha sido legalizado. Las políticas de legalización del cannabis deben considerar cuidadosamente los efectos potenciales en la salud pública, asegurando que las poblaciones vulnerables, como los adultos mayores, reciban la información y el apoyo adecuados para evitar problemas de salud relacionados con el consumo.
Los hallazgos de este estudio, publicados en la revista JAMA Network Open, subrayan la importancia de políticas públicas informadas y basadas en evidencia cuando se trata de la legalización del cannabis. Es esencial que los esfuerzos regulatorios y educativos estén dirigidos no solo a los jóvenes, sino también a los adultos mayores, para mitigar los riesgos asociados con un uso problemático de esta sustancia.
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