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"Wake and bake": el ritual de fumar marihuana al despertar gana popularidad y debate

Redacción Marlone Serrano


"Wake and bake": el ritual de fumar marihuana al despertar gana popularidad y debate
"Wake and bake": el ritual de fumar marihuana al despertar gana popularidad y debate

Despertar, liar y encender. Así de simple y directo es el ritual conocido como wake and bake, una práctica que cada vez suma más adeptos en todo el mundo. Consiste, literalmente, en fumar marihuana apenas abrir los ojos por la mañana. Lo que comenzó como una costumbre popular en la cultura cannábica estadounidense, hoy se posiciona como una tendencia consolidada, sobre todo en contextos donde el uso del cannabis ha sido legalizado o despenalizado. 

Para muchos, esta fumada matutina es un momento de introspección, relajación y hasta productividad. A través de redes sociales y comunidades virtuales, hashtags como #wakeandbake o #morningjoint agrupan a miles de usuarios que comparten sus rutinas con cannabis: recomendaciones de cepas, videos de meditación, recetas con café y reflexiones sobre el impacto positivo de esta práctica en su estado de ánimo o creatividad. Las variedades preferidas suelen ser sativas o híbridas de efecto energizante, ideales —según ellos— para comenzar el día con buen pie. 

Sin embargo, no todo es celebración. Especialistas en salud mental señalan que el wake and bake también debe analizarse desde una perspectiva crítica. Si bien no es una práctica problemática por definición, podría ser un síntoma de dependencia emocional o funcional si se convierte en una necesidad sistemática para enfrentar la rutina diaria. “El consumo constante como forma de evasión o regulación emocional merece atención clínica”, advierten profesionales del área. 

Aun así, el wake and bake también refleja un fenómeno mayor: la progresiva desestigmatización del cannabis. En países donde el uso recreativo es legal, hablar abiertamente sobre prácticas de consumo —como esta— abre la puerta a debates más amplios, alejados del juicio moral y centrados en el contexto, la intención y la frecuencia. 

¿Es el wake and bake una forma de autocuidado, un ritual cultural o una señal de alerta? La respuesta, como suele ocurrir con el cannabis, depende de quién lo practique, cómo lo haga y con qué propósito. Lo cierto es que, entre vapores matutinos y debates sociales, la cultura cannábica continúa expandiendo sus fronteras. 

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