Música y Debate: Festival Clave en Washington 2025
- RootsLand

- 2 jul
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Redacción: Inés Arroyo

Este 18 y 19 de julio, el RFK Festival Grounds será sede del National Cannabis Festival, un evento que combina entretenimiento, formación y reflexión sobre las políticas públicas en torno al uso y regulación de la planta. El encuentro se ha convertido en una cita relevante para quienes impulsan una visión responsable, informada y culturalmente activa del sector.
El cartel musical de este año incluye a artistas reconocidos como Big Boi, Three 6 Mafia, Ty Dolla $ign y Curren$y, quienes encabezan dos días de conciertos que atraen a miles de asistentes. Sin embargo, el festival no se limita a lo musical. La feria contará con zonas de comida, pabellones temáticos, talleres, foros de discusión y un área dedicada al cultivo y la producción responsable.
Uno de los ejes centrales del evento será la Cumbre de Políticas Públicas, donde se reunirán especialistas, activistas, legisladores y organizaciones civiles. El objetivo es analizar avances, retrocesos y propuestas relacionadas con el marco legal y la justicia social. Esta cumbre representa un espacio clave para escuchar a quienes han impulsado reformas desde la base comunitaria.
El festival también ofrece la Grower’s World, una zona interactiva para conocer innovaciones en cultivo, así como una Munchies Zone, con propuestas gastronómicas variadas y espacios de descanso. Además, habrá actividades educativas relacionadas con salud, derechos civiles y economía local.
Los precios van desde los 65 dólares por entrada general hasta paquetes VIP con acceso a zonas exclusivas, alimentos, bebidas y actividades adicionales. También se ofrece una experiencia premium llamada CannaCabana, que incluye beneficios personalizados.
El evento es accesible para personas con discapacidad y cuenta con guías de hospedaje y transporte en su sitio oficial. Cada edición ha sumado asistentes de distintos estados, posicionando al festival como un punto de encuentro para quienes buscan conectar desde lo cultural, lo político y lo social.
En un contexto donde el debate sobre regulación avanza y se diversifica, ¿puede un festival convertirse en motor de cambio real?







