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Marihuana y racismo: el mensaje detrás de “High Power”

Redacción: Guicel Garrido 

 “High Power”
“High Power”

El documental Higher Power, del director Dewey A. Ortiz Jr., trazó un paralelismo inquietante entre la criminalización del cannabis en Washington D.C. y la situación actual en Argentina. A través de la lente de Ortiz Jr., se reveló cómo la legalización parcial en la capital estadounidense se había convertido en una nueva herramienta de exclusión racial, manteniendo a la comunidad afroamericana bajo constante amenaza de criminalización a pesar de que más del 70% de los votantes aprobaron su legalización en 2014. El documental expuso cómo el bloqueo del Congreso estadounidense impidió una implementación plena, creando un mercado semirregular que obstaculizaba el acceso equitativo a los beneficios económicos del cannabis legal. 

 

La presentación del documental en el Festival Internacional de Cine Cannábico en Buenos Aires, que se realizó el pasado 21 de febrero, resonó profundamente con la realidad argentina. La propuesta de la ministra de Seguridad de derogar la Ley 27.350 sobre el uso del cannabis medicinal amenazó con un retorno al prohibicionismo absoluto, ignorando los avances que habían logrado las organizaciones de la sociedad civil y el reconocimiento de la importancia del REPROCANN (Registro de Productores de Cannabis). Este retroceso no solo puso en riesgo el acceso al cannabis medicinal, sino que también profundizó el uso de la política penal como herramienta de control social. 

 

La historia de la prohibición del cannabis en Argentina había sido marcada por un enfoque punitivo. La tenencia de drogas sirvió como una excusa recurrente para detenciones y requisas arbitrarias en barrios populares, a menudo basadas en el perfilamiento racial. El intento de derogar la ley actual agravó esta problemática, ya que, en lugar de combatir el narcotráfico, fortaleció la persecución de pequeños consumidores y puso en riesgo a quienes utilizaban el cannabis con fines medicinales. Esto se alineó con la lógica de control y exclusión que el documental Higher Power expuso en el contexto de Washington D.C. 

 

En respuesta a esta amenaza, diversas organizaciones de todo el país convocaron a una marcha ese día, desde el Ministerio de Salud hasta la Casa de Gobierno. La movilización, programada para las 15 horas, buscó ser una muestra de la fuerza organizativa de la sociedad civil y un rechazo al prohibicionismo que había propuesto el gobierno. En este contexto, el documental Higher Power se convirtió en una valiosa herramienta para la reflexión, invitándonos a analizar quién ejerció el poder, quién se benefició de los sistemas legales y quién siguió siendo el blanco de un sistema que, aunque cambió de forma, mantuvo su lógica de desigualdad. 


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