Incertidumbre en Tailandia: tiendas de cannabis podrían enfrentar nuevas restricciones
- RootsLand

- 30 jun
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Redacción Ismael Salgado

La despenalización del cannabis en Tailandia en 2022 fue vista como un paso histórico en el sudeste asiático, al permitir su uso con fines médicos.
Sin embargo, la falta de regulación clara dio lugar a la apertura de cientos de dispensarios, especialmente en Bangkok, donde el cannabis empezó a consumirse también de forma recreativa.
Hoy, esa libertad podría tener los días contados, ya que el gobierno planea imponer nuevas normas que limitarían su venta exclusivamente a personas con receta médica y supervisión de un profesional autorizado.
Esta medida, impulsada por el "Ministerio de Salud", ha generado preocupación entre comerciantes y activistas, quienes consideran injusto cambiar las reglas tan repentinamente. "Thanatat Chotiwong", propietario de una tienda y defensor del uso del cannabis, señaló que la industria ha crecido significativamente e involucra a agricultores, técnicos, investigadores y emprendedores que han invertido grandes cantidades de dinero en infraestructura. “No se trata solo de vender flores; Hay todo un ecosistema que está siendo ignorado”, expresó.
Además, quienes trabajan en el sector temen que muchos establecimientos no puedan adaptarse a los nuevos requisitos. La dueña de una tienda en Bangkok advirtió que hay muy pocos médicos disponibles para evaluar a los pacientes, y que la experiencia de consumo dejará de ser una elección personal para convertirse en un proceso médico formal. “Ya no será como ir a un restaurante y pedir tu plato favorito del menú”, explicó.
Ante la incertidumbre, algunos negocios incluso han comenzado a detener voluntariamente sus ventas.
Este cambio llega en un momento político inestable en Tailandia, donde, el gobierno del partido "Pheu Thai" ha perdido a su principal aliado, el partido "Bhumjaithai", conocido por su apoyo a leyes más liberales sobre el cannabis, mientras tanto, empresarios como consumidores esperan mayor claridad legal, pidiendo al gobierno que, en lugar de cerrar la industria, opte por regularla y recaudar impuestos que beneficien a la sociedad.
Para muchos, el cannabis ya no es solo una planta, sino una fuente de trabajo, salud y comunidad.







