Redacción Jorge Segura ANCOP
Cocinar con marihuana es la mejor manera de obtener todos los beneficios de la planta sin tener que inhalarla. Puedes consumir un poco para reducir la inflamación después de entrenar, antes de ver una película o para relajarte al final del día.
Existen diferentes formas de cocinar con cannabis, aunque la más popular, en general, es hacer manteca de cannabis, o cannabutter.
Si lo que buscas es esto, primero, tendrás que descarboxilar tu marihuana. Esto significa simplemente calentar la materia vegetal para que se vuelva psicoactiva.
Después, tienes que precalentar tu horno a 118 ºC. Mientras se calienta el horno, pica tu marihuana en trozos pequeños y extiéndelo en una bandeja de horno forrada con aluminio. Una vez que el horno haya alcanzado su temperatura, programa un temporizador de 30 minutos y coloca la bandeja en el horno.
Para asegurarte de que toda la planta se caliente, sacude suavemente la bandeja cada diez minutos, hasta que esté suficientemente dorada. Después hay que hervir un litro de agua y poner de 2 a 4 barritas de manteca, dependiendo de la cantidad de marihuana que hayas utilizado.
Una vez derretida la manteca, pon el agua a hervir a fuego lento y coloca tu planta descarboxilada en la mezcla. Cuanto más tiempo dejes cocer la manteca a fuego lento, más se infundirá el cannabis en la mezcla. Así que te recomendamos que lo dejes unas cuantas horas a fuego lento.
A medida que te acerques al final de la larga espera de 3 horas, deberás preparar un cuenco para colar la mezcla. Forra un cuenco profundo con una gasa y, una vez que el preparado esté listo, viértela. Esto debería colar toda la materia vegetal en la gasa, dejándote con pura manteca infundida de THC.
Todo lo que tienes que hacer es dejar que la manteca se enfríe a temperatura ambiente antes de meterla en el refrigerador y tendrás manteca de cannabis.
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