Festival de ska y reggae llena de ritmo el Deportivo Edson Álvarez en Tlalnepantla
- RootsLand

- 13 jul
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Redacción Marlone Serrano

El Deportivo Edson Álvarez vibró este fin de semana al ritmo del ska, el reggae y el punk, durante un festival gratuito que reunió a cientos de asistentes —desde jóvenes hasta familias enteras— en un ambiente festivo y comunitario. La jornada musical, organizada por el Instituto Municipal de las Juventudes de Tlalnepantla, tuvo como principal objetivo acercar la música en vivo a zonas con acceso limitado a eventos culturales.
Bandas icónicas del género como Sr. Bikini, Sekta Core, Royal Club, Out of Control Army, Jimbo, Chernobil y Roy Rebelde & JamRuff hicieron vibrar al público desde el escenario instalado en este emblemático espacio deportivo del municipio. El cartel tuvo un adelanto del espectáculo “La Trilogía del Kaos”, que se presentará en agosto en la Arena CDMX.
“Muchas juventudes no tienen la oportunidad de asistir a conciertos por razones económicas o de distancia. Este tipo de actividades en espacios públicos son una forma de devolverle cultura y alegría a las comunidades”, señaló América Juárez, titular del Instituto Municipal de las Juventudes.
El festival no solo puso a bailar a los asistentes; también abrió espacio para la reflexión sobre el papel de la música como herramienta de transformación social. “Aquí hay niñas, niños, familias completas que en vez de estar en otro lado, están disfrutando de algo positivo. Ojalá se hiciera más seguido y en más lugares”, expresó el cantante Roy Rebelde durante su presentación.
Los artistas aprovecharon sus intervenciones para pedir que se repitan este tipo de eventos en más colonias y espacios del Estado de México. “La gente quiere música y los músicos queremos tocar”, dijo uno de los integrantes de Sekta Core ante los aplausos del público.
Con un ambiente lleno de energía, seguridad y convivencia, el festival se consolidó como una muestra clara del impacto que tienen las políticas culturales de proximidad. Desde temprano y hasta entrada la tarde, la música no se detuvo, y Tlalnepantla demostró que las calles también pueden ser escenario de cultura, arte y encuentro colectivo.







