Fallece Max Romeo: el rugido rebelde del reggae que marcó generaciones
- RootsLand
- 14 abr
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Redactor: Sam Torne

El reggae perdió a uno de sus gigantes: Max Romeo, nombre artístico de Maxwell Livingston Smith, falleció a los 80 años en Saint Andrew, Jamaica, a causa de complicaciones cardíacas el pasado 11 de abril. Su familia confirmó la noticia, y desde entonces, músicos, activistas y fanáticos de todo el mundo han rendido tributo a su inmenso legado.
Max Romeo no fue solo una voz del reggae; fue una voz del pueblo. Emergió en los años 60, una década convulsa marcada por la descolonización, los movimientos civiles y el despertar de la conciencia afrocaribeña. En ese contexto, su música se convirtió en una trinchera de lucha y esperanza.
Del escándalo al respeto: una carrera desafiante
Su primer gran éxito, «Wet Dream» (1968), fue polémico desde su título. Censurado por la BBC, el tema escaló en las listas británicas, permaneciendo 25 semanas en los rankings. Aunque fue interpretado por algunos como una simple provocación sexual, Max Romeo defendía su obra como una crítica a la hipocresía social. Este primer golpe mediático le dio proyección internacional y abrió las puertas a una carrera más comprometida.
En 1971, lanzó «Let the Power Fall», un álbum que se convirtió en banda sonora del Partido Nacional del Pueblo (PNP) en plena efervescencia política de Jamaica. Pero su obra más trascendente llegaría en 1976 con «War Inna Babylon», producido por el mítico Lee «Scratch» Perry. Ese disco, con himnos como «Chase the Devil», se consolidó como una pieza esencial del reggae roots, con letras que denunciaban el racismo, la corrupción y la violencia.
Un legado que no se detiene
A pesar de anunciar su retiro de los escenarios en 2023 tras una extensa gira europea, Max Romeo nunca dejó de crear. Su último proyecto, «The Romeo Effect», estaba en preparación al momento de su muerte, y contaba con la participación de sus hijos Azizzi, Xana, Ronaldo y Romario, quienes forman parte del grupo Rominal.
Max Romeo no solo deja discos y canciones; deja una filosofía. Fue un artista que creyó en el poder de la música como resistencia cultural. Su presencia en festivales internacionales como Glastonbury o Rototom Sunsplash testifica su influencia global.
Hoy el reggae está de luto, pero también en pie. Porque el rugido de Max Romeo no se apaga: sigue resonando en cada verso que exige justicia y en cada ritmo que libera.