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El uso de cannabis para la salud: Beneficios y riesgos

Redacción: Inés Arroyo 

El uso de cannabis para la salud: Beneficios y riesgos

El cannabis se ha popularizado en varios estados de Estados Unidos, especialmente entre los adultos mayores. Según estudios, el 21% de las personas mayores de 50 años lo consumen para aliviar el dolor, mejorar el sueño o reducir la ansiedad. Sin embargo, aunque algunas personas reportan alivio, los expertos advierten que aún faltan estudios para entender completamente sus efectos. 

 

El cannabis ha mostrado ciertos beneficios, especialmente en el tratamiento de dolor crónico, náuseas por quimioterapia y espasmos musculares. También puede ofrecer alivio a corto plazo a personas con problemas de sueño. No obstante, la falta de investigaciones sobre las dosis adecuadas y su comparación con otros tratamientos médicos plantea dudas. 

 

Uno de los mayores riesgos es el desarrollo de trastornos relacionados con el consumo, que afecta al 21% de los usuarios regulares. Este consumo puede aumentar el riesgo de comportamientos peligrosos, como conducir bajo sus efectos, además de impactar negativamente en las relaciones personales. También, dosis altas pueden elevar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de problemas cardíacos, como infartos y accidentes cerebrovasculares. 

 

Además, el cannabis puede empeorar la salud mental de algunos usuarios. Aunque en algunos casos reduce la ansiedad, otras personas sienten un aumento de los síntomas cuando dejan de usarlo, lo que puede llevar a efectos negativos a largo plazo. Investigaciones recientes también han sugerido que el cannabis puede estar relacionado con el abuso de sustancias y más accidentes o lesiones. 

 

Los expertos recomiendan que, antes de consumir cannabis, los usuarios consulten con su médico, especialmente si están tomando otros medicamentos. También se sugiere evitar fumar o usar vaporizadores debido a los riesgos respiratorios, optando por formas más seguras como los comestibles, siempre con dosis bajas, especialmente para quienes no han usado cannabis anteriormente. 

 

Finalmente, las etiquetas de los productos de cannabis, que indican el contenido de THC, a menudo son inexactas. Esto puede llevar al consumo excesivo, lo que aumenta el riesgo de efectos secundarios. Por eso, los usuarios deben ser precavidos y comenzar con dosis pequeñas. 

 

En resumen, el cannabis tiene beneficios potenciales, pero su uso debe ser supervisado por un profesional de salud. A medida que se realicen más investigaciones, se podrá conocer mejor cómo usarlo de manera segura y efectiva. 

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