¿Cuál es la magnitud del consumo de cannabis en Chiapas?

Redacción: Dania Cruz  

cannabis en Chiapas

Aunque en los últimos años en el consumo del cannabis se ha experimentado un crecimiento notable en México, tanto en frecuencia como en diversidad de formas de uso, el estado de Chiapas se posiciona como una de las entidades como los niveles más bajos de consumo a nivel nacional. Mientras en muchas regiones del país se han popularizado productos como aceites, comestibles y vapeadores derivados del cannabis, más allá de la vía tradicional fumada, el escenario en Chiapas permanece distinto y más conservador. 

De acuerdo con el Estudio sobre el uso de Cannabis y sus derivados en población mexicana, elaborado por la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones CONASAMA, y difundido a través del portal oficial del Gobierno de México, la evidencia epidemiológica indica que Chiapas ha mantenido consistentemente una prevalencia baja en el uso de cannabis en los últimos años, en contraste con estados donde el consumo ha escalado rápidamente, en Chiapas se registra apenas un 0.8% de población, cifra que lo ubica por debajo del promedio nacional y lo convierte en uno de los estados con menor consumo de la sustancia. El porcentaje anterior se acompaña de un intervalo de confianza del 95% que va de 0.156% a 1.529% lo que confirma la poca extensión del uso de cannabis en la población chiapaneca, sin embargo, los expertos advierten que estos datos deben interpretarse con prudencia, ya que la medición corresponde al año 2024 y podría no refleja cambios recientes ni capturar del todo la evolución de los patrones de consumo.  

A nivel nacional, el informe revela un aumento sostenido en el uso de cannabis, particularmente en sus presentaciones no fumadas, lo cual representa nuevos desafíos para los sistemas de salud pública, entre ellos, se encuentran la necesidad urgente de contar con información actualizada y detallada sobre hábitos de consumo, percepción de riesgos, razones detrás del uso y la demanda de atención médica relacionada con esta sustancia. En muchas entidades, Chipas incluida, estos datos siguen siendo incompletos, lo que dificulta la elaboración de políticas públicas eficaces y con enfoque preventivo. 

A pesar de que tienen una prevalencia baja, Chiapas no está exento de los riesgos que conlleva el uso del cannabis, especialmente en un contexto nacional donde las actitudes hacia esta sustancia están cambiando y donde la legalización parcial en algunas regiones del país podría influir en sus nuevas dinámicas de consumo. Por ello, especialistas y autoridades sanitarias mencionan la importancia de fortalecer los sistemas locales de recolección de datos, realizar encuestas periódicas a nivel estatal y desarrollar estrategias educativas específicas para cada contexto sociocultural. 

Se insiste en que la prevención debe ir más allá del control y centrarse en la educación basada en evidencia, en la promoción de la salud mental y en el acceso equitativo a información clara y confiable; esto es especialmente importante en una entidad como Chiapas, donde los retos sociales y económicos pueden hacer más vulnerables a ciertos sectores de la población frente al uso problemático de sustancias.