Cultivo legal de cannabis enfrenta restricciones por olor en Países Bajos

Redacción: Carolina Herrera 

Con más de 2,100 denuncias, un juez de los Países Bajos ordenó a CanAdelaar, uno de los diez cultivadores autorizados de cannabis en el país, a reducir su olor invasivo o pausar la producción de esta planta.  

Siendo parte de un plan piloto, más conocido como la “wietproef”, un sistema limitado de producción y venta legal de cannabis, destinado a coffeeshops en diez municipios en Países Bajos. CanAdelaar se consolida como el invernadero a mayor escala y con más impacto en este proyecto.  

Siendo su objetivo la reducción criminal, la producción de alta calidad y mejorar el control sanitario. La resolución judicial ante la propagación de olor y su respaldo a la potestad municipal para fijar límites de emisión crea un escenario desventajoso para el programa. 

La investigadora y experta en cannabis Nicole Maalsté destaca como la detención de operaciones en CanAdelaar generaría que los establecimientos volvieran a proveedores no regulados. Al igual que la reducción de abastecimiento de los 80 coffeeshops participantes. Ya que la producción sostenida solo ha iniciado en siete de los cultivadores seleccionados.  

Considerando que la ventilación de los invernaderos provoca la extensión de la fragancia del cannabis y ante la exposición a este olor se provocan mareos, náuseas o dolores de cabeza. La wietproef tiene que garantizar una convivencia ambiental beneficiosa para su producción y para sus alrededores. De esta manera, creando un equilibrio entre la confrontación al mercado ilegal del cannabis y la convivencia comunitaria.  

Con un plazo perentorio de una semana ante su posible detención temporal, la compañía afirma estar integrando tecnología de filtración de aire. Confiando plenamente en cumplir con los requerimientos necesarios para fortalecer el programa piloto.