Científicas argentinas logran prevenir el dolor crónico por quimioterapia con compuestos derivados del cannabis
- RootsLand

- 4 may
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Redacción: Amairany Ramírez

Un grupo de investigadoras del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Universidad Austral dio un importante paso hacia una alternativa médica más compasiva y efectiva: lograron prevenir el desarrollo de un tipo de dolor crónico que suele afectar a pacientes con cáncer luego de someterse a quimioterapia. Lo lograron utilizando compuestos derivados del cannabis medicinal.
El hallazgo, que fue probado en modelos con animales, abre la puerta a nuevas terapias para uno de los efectos secundarios más difíciles de tratar en oncología: la neuropatía periférica inducida por quimioterapia, una afección que puede generar hipersensibilidad al frío, al tacto e incluso a estímulos mínimos, haciendo que la vida cotidiana sea dolorosa para quienes la padecen.
El equipo trabajó con ratones que recibieron tratamientos similares a los que se utilizan en pacientes humanos con cáncer. Como es común en estos casos, los animales desarrollaron síntomas similares a la neuropatía: una sensibilidad excesiva que se manifiesta en dolor al mínimo contacto o ante cambios leves de temperatura.
Sin embargo, cuando las investigadoras administraron una combinación específica de cannabinoides diseñados para uso oral, los síntomas desaparecieron. El resultado sugiere que no solo se puede aliviar el dolor, sino también prevenir su aparición, lo que representa una diferencia clave frente a los tratamientos actuales, que en su mayoría se enfocan únicamente en el manejo del dolor una vez que ya se ha instalado.
El uso del cannabis con fines medicinales ha crecido en todo el mundo en los últimos años, y Argentina no ha sido la excepción. Se ha demostrado eficaz en el tratamiento de epilepsias refractarias, náuseas por quimioterapia, insomnio, ansiedad y, más recientemente, en el dolor crónico.
Aunque aún se encuentra en fase experimental y no está listo para ser aplicado en humanos, este avance ofrece una esperanza concreta a miles de pacientes que hoy padecen consecuencias dolorosas tras superar el cáncer.
Por eso, el trabajo realizado por este equipo no solo tiene un valor científico, sino también un profundo sentido humano, al apuntar directamente a mejorar la calidad de vida de quienes ya han atravesado una enfermedad tan exigente como el cáncer.







