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Aumentan ingresos hospitalarios por cannabis en EE. UU., especialmente por problemas de salud mental

Redacción Marlone Serrano


Aumentan ingresos hospitalarios por cannabis en EE. UU., especialmente por problemas de salud mental
Aumentan ingresos hospitalarios por cannabis en EE. UU., especialmente por problemas de salud mental

Un estudio reciente de la Universidad Estatal de Arizona ha encendido las alarmas sobre una tendencia creciente en el sistema de salud estadounidense: entre 2016 y 2021, las hospitalizaciones relacionadas con el cannabis aumentaron un 20 % en ese estado, y en una de cada cuatro de estas visitas, el diagnóstico principal fue una afección de salud mental. 

Los datos, publicados en el Journal of Studies on Alcohol and Drugs, revelan que quienes acudieron al hospital por motivos vinculados al consumo de cannabis tenían casi ocho veces más probabilidades de recibir un diagnóstico primario de trastornos como depresión, psicosis o trastorno bipolar. La relación entre el consumo y los problemas mentales se intensificó a lo largo de los cinco años del análisis. 

Según la investigadora principal, Madeline Meier, profesora de Psicología, la legalización del uso recreativo del cannabis en Arizona —que se implementó a finales de 2020— no explica del todo esta tendencia, ya que las ventas comenzaron en 2021, fuera del margen temporal del estudio. En cambio, apunta al uso medicinal del cannabis, ya legal durante ese período, y a la facilidad de acceso en dispensarios como posibles factores. 

“Hay evidencia de que el consumo de cannabis puede agravar o incluso detonar problemas de salud mental. La gente necesita saber que aún no hay certezas científicas sobre su uso para tratar estos trastornos”, advirtió Meier, quien sugiere que una parte de los consumidores podría estar usando la sustancia como intento de automedicación sin supervisión clínica. 

Uno de los hallazgos más llamativos es el aumento significativo de hospitalizaciones por cannabis entre adultos mayores (65 años o más), un grupo que mostró las subidas más marcadas tanto en casos generales como en diagnósticos asociados a salud mental. La investigadora subraya la necesidad de campañas informativas para esta población, recordando que el cannabis actual es mucho más potente que el de décadas pasadas y podría implicar riesgos mayores, especialmente en adultos mayores con condiciones de salud preexistentes. 

Este estudio abre nuevas preguntas sobre el impacto del cannabis en la salud pública y pone en el centro del debate la necesidad de políticas de educación y prevención que acompañen la legalización y el acceso cada vez más amplio a esta sustancia. 


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