Redacción: Guicel Garrido
Hace más de 70 años que Jamaica ha sobresalido gracias a su actividad musical, otorgando al mundo una diversa variedad de géneros, como el mento, ska, rocksteady, reggae, dub o el dancehall. La creatividad rítmica de la isla le dio vida al formato sound system, y son sus habitantes quienes se encargan de mantener el ecosistema musical en pie.
A pesar de la importancia y el peso cultural que representa el sound system en la isla, el gobierno ha comenzado a aplicar la “Ley de Reducción de Ruido de 1997”, junto a otras leyes similares. Estas limitaciones empiezan a impactar negativamente en el formato sound system y los artistas que se dedican a él, como los “Dancers”, que ven amenazada su visibilidad internacional.
Muchas personas se ganan la vida en estos eventos callejeros. Los vendedores ambulantes forman parte de la tradición de los sounds system en Jamaica, pues son quienes se encargan de ofrecer a los visitantes comida, bebidas, encendedores, cigarrillos, cannabis, entres otros artículos. Estas actividades traen dinero a los habitantes de la isla, como a la isla en general.
Se han presentado diversas discusiones, pero parece ser que será complicado alcanzar un equilibrio entre las actividades musicales nocturnas y las peticiones de una noche de silencio para los residentes. Sin embargo, el gobierno reconoce la importancia cultural y económica que aportan los sound systems a la isla, lo que promete una solución favorable para los organizadores y artistas de estos eventos o al menos eso es lo que se espera.
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