Redactor: Sam Torne
El ska surgió en Jamaica a finales de los años 50 como una vibrante mezcla de calypso, mento y rhythm and blues estadounidense. Este género se destacó por su ritmo característico de «offbeat» (acentuación en los tiempos débiles) y el uso prominente de instrumentos de viento como saxofones y trompetas. En sus inicios, el ska fue el soundtrack de la independencia de Jamaica, reflejando el espíritu optimista y rebelde de una nación que buscaba su identidad.
Los primeros exponentes, como The Skatalites y Prince Buster, llevaron el ska más allá de las fronteras jamaicanas, estableciendo las bases para lo que más tarde se convertiría en un fenómeno global, sin embargo, a mediados de los 60, el ska evolucionó hacia géneros como el rocksteady y el reggae, pero nunca perdió su esencia.
A finales de los 70, el ska experimentó un resurgimiento con el movimiento 2 Tone en el Reino Unido. Este renacimiento fue liderado por bandas como The Specials, Madness y The Selecter, que revitalizaron el género añadiendo velocidad, energía punk y mensajes sociales. La etiqueta 2 Tone, creada por Jerry Dammers de The Specials, fue pionera en la filosofía DIY (Do It Yourself), publicando música de manera independiente y rompiendo las barreras del mercado musical tradicional.
El 2 Tone no solo revitalizó el ska, sino que lo transformó en un símbolo de integración racial y lucha contra la desigualdad, en un momento crítico de tensiones sociales en Inglaterra. Bandas de esta era no solo producían su música de manera independiente, sino que también organizaban conciertos autogestionados y conectaban directamente con sus audiencias.
El ska DIY no se limitó al Reino Unido. En Estados Unidos, bandas como Operation Ivy y The Toasters adaptaron esta ética, fusionando ska con punk y llevando el género a nuevos públicos. Estas bandas demostraron que no era necesario depender de grandes sellos discográficos para alcanzar el éxito. Con recursos limitados, los músicos podían grabar, distribuir y promocionar su arte, manteniendo control creativo y autenticidad.
A nivel global, el movimiento ska DIY se expandió a países como España, Japón y México, donde comunidades locales adoptaron y adaptaron el género, creando escenas musicales únicas. Festivales como el Rototom Sunsplash y Vive Latino siguen incluyendo ska en sus programaciones, celebrando su relevancia en la actualidad.
Hoy, el ska continúa floreciendo en la escena independiente. Bandas modernas siguen abrazando la filosofía DIY, lanzando música en plataformas digitales y organizando festivales para mantener viva la comunidad. Más allá de la música, el ska sigue siendo un vehículo para mensajes sociales y un recordatorio de que la creatividad y la resistencia cultural pueden superar cualquier barrera.
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