Redacción: Guicel Garrido
La Ontario Cannabis Store (OCS) acogerá un pop-up "Buzzkill" de cuatro días, un espacio minorista diseñado para simular una tienda ilegal de cannabis en el corazón de la ciudad más grande de Canadá, en el 474 Queen Street West. El proyecto nació para conmemorar el sexto aniversario de la legalización del cannabis y resaltar la diferencia entre las tiendas ilegales y legales, con el objetivo de que los consumidores puedan entender la importancia del consumo regulado de la planta y aprender sobre las diferencias entre productos de ambas índoles.
"Con esta campaña, la intención es llegar a los consumidores adultos que pueden no darse cuenta de que compran en dispensarios ilegales, o que pueden creer que todo el cannabis es igual, de una manera que capte su interés y cree conversación", dice Amanda Winton, gerente de Comunicaciones y Compromiso Estratégico de la OCS. "Queremos transmitir el mensaje de que comprar de manera legal significa comprar de manera segura".
Esta táctica satírica resalta los peligros potenciales de consumir productos que no han pasado por los controles necesarios, como la presencia de pesticidas tóxicos que pueden tener efectos nocivos desconocidos a largo plazo. La educación y la información son herramientas clave en la promoción de un consumo responsable y en la protección de la salud pública. Al enfocarse en los riesgos de manera humorística, se invita a la reflexión y al diálogo sobre un tema de relevancia social, fomentando una actitud crítica hacia el consumo de sustancias no reguladas. Además, esta aproximación puede servir para desmitificar el uso del cannabis y promover un entendimiento más profundo de sus implicaciones legales y de salud. Es esencial que las campañas de concientización continúen evolucionando para captar la atención del público y transmitir mensajes importantes de manera efectiva.
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