Redactor: Sam Torne
La industria del cannabis vive un momento de transformación en América del Norte. Mientras Estados Unidos contempla reclasificar el cannabis en la Lista 3 del Acta de Sustancias Controladas, México lucha por definir un marco regulatorio que le permita aprovechar su potencial en este sector emergente. Este año podría ser clave para ambos países en su búsqueda por posicionarse como líderes en el mercado global.
La posible reclasificación del cannabis como sustancia de la Lista 3 promete aliviar algunas restricciones fiscales que han limitado el crecimiento de las empresas del sector en EE.UU. Actualmente, la Sección 280E del Código de Rentas Internas impide deducciones fiscales a negocios relacionados con sustancias controladas. Este cambio podría desbloquear nuevas oportunidades para las empresas.
Desafíos pendientes en EE.UU.
Acceso al capital: la Ley Bancaria SAFE, diseñada para permitir transacciones financieras en la industria del cannabis, sigue sin ser aprobada. Esto limita la capacidad de financiamiento del sector.
Regulaciones fragmentadas: aunque la reclasificación es un paso adelante, las disparidades entre las leyes estatales continúan dificultando la operación de empresas en múltiples jurisdicciones.
Estos retos ofrecen lecciones para México, que podría aprender de los esfuerzos de consolidación en Estados Unidos para evitar una fragmentación similar en su mercado emergente.
México: Oportunidades en el mercado global del cannabis
En México, la industria del cannabis está en una etapa crucial. Aunque el marco regulatorio no está completamente definido, las oportunidades son evidentes:
Áreas clave para el crecimiento
Cáñamo industrial: México tiene el potencial de convertirse en un proveedor clave de cáñamo para usos industriales, como textiles y materiales de construcción.
Inversión extranjera: las empresas estadounidenses podrían buscar alianzas estratégicas en México para expandir sus operaciones.
Productos de bajo THC: la producción de comestibles y bebidas con pequeñas dosis de THC podría abrir nuevos mercados tanto en México como en EE.UU.
Además, el interés de los operadores estadounidenses en fusiones y adquisiciones para consolidar su mercado podría beneficiar a México al atraer inversión extranjera directa y fomentar una industria local más robusta.
Retos regulatorios compartidos
Tanto Estados Unidos como México enfrentan obstáculos regulatorios que deben superarse para garantizar el éxito de la industria del cannabis:
Estándares claros: regular los niveles de THC y CBD en productos de consumo.
Protección al consumidor: establecer normas de calidad y seguridad para los productos.
Fomento a pequeños productores: evitar la monopolización del sector y apoyar a productores locales.
En EE.UU., los estados han liderado la regulación, con ejemplos como Kentucky legalizando el cannabis medicinal y Pensilvania debatiendo su uso recreativo. Este enfoque descentralizado podría inspirar a México, donde algunas comunidades indígenas ya están impulsando proyectos locales de siembra legal.
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