México, a un paso de convertirse en referente mundial en cannabis sustentable si cambia su modelo de cultivo
- RootsLand
- 10 abr
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Redactor: Sam Torne

La producción de cannabis en interiores ha sido una práctica común en diversos países, especialmente para fines medicinales. Sin embargo, estudios recientes han revelado que este método es altamente intensivo en consumo energético y genera una considerable huella de carbono.
Por ejemplo, en Estados Unidos, las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del cultivo en interiores equivalen a las producidas por aproximadamente 10 millones de automóviles. Además, se estima que la producción de un kilogramo de flor de cannabis seca en interiores puede generar entre 2,283 y 5,184 kilogramos de CO₂.
En contraste, el cultivo de cannabis al aire libre ofrece múltiples beneficios ambientales. Aprovechando la luz solar y las condiciones climáticas naturales, se reduce significativamente la necesidad de energía eléctrica y sistemas de control ambiental. Investigaciones indican que trasladar el cultivo de cannabis de interiores a exteriores puede disminuir las emisiones de la industria hasta en un 76%. Además, el cannabis es reconocido por su capacidad para absorber dióxido de carbono de la atmósfera durante su crecimiento, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático.
México cuenta con condiciones climáticas ideales para el cultivo de cannabis al aire libre. La abundancia de luz solar y la diversidad de microclimas en el país permiten el desarrollo óptimo de la planta sin recurrir a tecnologías intensivas en energía. Este clima posiciona a México como un líder potencial en la producción sostenible de cannabis a nivel mundial.
Para capitalizar los beneficios del cultivo al aire libre, es esencial que las políticas públicas en México promuevan prácticas agrícolas sostenibles. Esto incluye la implementación de regulaciones que incentiven el cultivo exterior y la adopción de técnicas que minimicen el impacto ambiental. Además, es fundamental fomentar la investigación y el desarrollo de tecnologías que optimicen la producción y reduzcan aún más la huella ecológica de la industria.