Redacción Frida
En medio de coloridos accesorios, tatuajes y enormes imágenes de cannabis, Willie Marby, un septuagenario, visita Takoma Wellness, el principal dispensario de Washington D.C., para recoger su dosis prescrita de cannabis medicinal.
Marby, quien comenzó a utilizar THC para aliviar la artritis en su hombro, pertenece ahora al grupo demográfico de rápido crecimiento en el consumo de cannabis en los Estados Unidos: los mayores de 65 años. Comentando sobre la transición de ver la marihuana como una droga prohibida a un medio de curación, Marby expresó: "Ahora entendemos su valioso papel en los procesos de sanación".
El Dr. Mikhail Kogan, experto en geriatría de la Universidad George Washington, sostiene que el cannabis puede abordar varios síntomas geriátricos. De hecho, lo considera "la droga más segura" en comparación con analgésicos tradicionales como el acetaminofén y el ibuprofeno, especialmente para problemas como el dolor crónico, insomnio y ansiedad.
Los estudios demuestran que la aceptación del cannabis está aumentando entre los adultos mayores. Según investigaciones de la Universidad de Nueva York y la Universidad de California, la marihuana medicinal ha encontrado una base sólida entre aquellos que buscan tratamientos alternativos. De hecho, el 61% de los encuestados afirmó haber probado THC por primera vez después de los 61 años.
El dispensario Takoma Wellness, dirigido por el rabino Jeffrey Kahn y su familia, destaca no solo por su papel medicinal sino también por sus connotaciones espirituales. Kahn, inspirado por los beneficios que la marihuana ofreció a su padre enfermo, ve el cannabis como una manera sagrada de aliviar el sufrimiento, una perspectiva respaldada por sus creencias judías.
Sin embargo, la lucha por cambiar la percepción de la marihuana, particularmente entre la población mayor, ha sido larga. La percepción negativa que se originó en la década de 1970, cuando se intensificó la guerra contra las drogas, todavía persiste. Aunque el cannabis sigue siendo ilegal a nivel federal, muchos estados están tomando medidas para legalizar su uso.
La historia de Marby es un recordatorio de las luchas pasadas y la esperanza de un futuro donde la legalización del cannabis sea completa. Con una risa contagiosa, Marby reflexiona: "Me hubiera dado mucha rabia morirme y que alguien subiera al cielo y me contara que por fin la legalizaron".
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