Colombia está dando pasos importantes en la regulación del uso recreativo del cannabis, con el Congreso avanzando en la discusión de un proyecto de ley que podría transformar la política de drogas del país. La iniciativa ha superado su primer gran obstáculo en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes, que rechazó una propuesta para archivar el proyecto. Con once votos a favor y veintitrés en contra, el debate continúa, abriendo el camino para que la regulación siga su curso a través de los siete debates necesarios para su eventual aprobación.
El proyecto de ley busca regular la producción, distribución y venta de cannabis con fines recreativos, estableciendo un marco legal que permita el control estatal sobre esta sustancia. Una de las principales preocupaciones del proyecto es la protección de los menores de edad. Por ello, se incluyen disposiciones que contemplan programas educativos destinados a informar a la población sobre los riesgos y beneficios del uso del cannabis. El objetivo es prevenir el uso problemático y fomentar un consumo responsable, en caso de que la sustancia sea legalizada.
Además de establecer controles estrictos para la producción y comercialización, el proyecto también propone crear un sistema de licencias para los productores, distribuidores y puntos de venta. Todo ello con el fin de evitar el mercado ilegal, garantizar la calidad del producto y proteger a los consumidores.
Oposición a la legalización.
El camino hacia la legalización del uso recreativo de cannabis no ha estado exento de críticas. Los sectores más conservadores de Colombia han expresado su preocupación por el posible aumento del consumo y las consecuencias negativas para la salud pública, especialmente entre los jóvenes. Estos grupos argumentan que la legalización podría agravar los problemas asociados al consumo de cannabis, como la dependencia y el abuso de la sustancia.
Sin embargo, los defensores de la regulación, como el representante Juan Carlos Losada, consideran que la prohibición ha fracasado en controlar el uso de drogas en el país y que es hora de adoptar una política más sensata y basada en la salud pública. «Este proyecto nos ofrece la oportunidad de regular y controlar una sustancia que ya se consume de manera masiva en la sociedad, pero de forma ilegal y sin ningún tipo de supervisión», comentó Losada.
Un cambio en la percepción social y política.
El debate sobre la legalización del cannabis recreativo en Colombia no es nuevo. Esta es al menos la tercera vez que se intenta aprobar un proyecto de este tipo en el Congreso, pero la falta de consenso entre los legisladores ha sido un obstáculo recurrente. No obstante, la percepción social y política en torno al cannabis ha evolucionado en los últimos años, y el tema ya no es visto con el mismo estigma que en décadas pasadas.
Una fracción importante del Congreso apoya ahora la regulación del cannabis como una forma de avanzar hacia una política de drogas más progresista y efectiva. Los defensores del proyecto argumentan que regular el cannabis podría reducir el poder del mercado negro y proporcionar ingresos fiscales para el país, además de permitir una mejor atención a los problemas de salud relacionados con el consumo de la sustancia.
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