Redactor: Sam Torne
El consumo de cannabis en pareja ha despertado el interés de la comunidad científica en los últimos años. Estudios recientes, como los realizados por las universidades de Yale y Buffalo, han arrojado resultados sorprendentes: las parejas que consumen cannabis juntas muestran menores índices de violencia doméstica y una mayor intimidad emocional. Estos hallazgos sugieren que, en dosis moderadas y bajo un contexto controlado, el cannabis podría ser un aliado inesperado en la vida de pareja.
Un estudio publicado en la revista Psychology of Addictive Behaviors analizó a 634 parejas casadas a lo largo de nueve años. Los investigadores encontraron que aquellas parejas que consumían cannabis juntas dos o más veces por semana reportaban menos incidentes de violencia doméstica. Esto no solo fue evidente en parejas donde ambos consumían, sino también en aquellas donde solo el hombre lo hacía.
El consumo compartido parece crear un espacio de relajación y conexión, disminuyendo tensiones que podrían derivar en conflictos. Según los expertos, el cannabis puede actuar como un «lubricante social», facilitando una comunicación más fluida y una resolución pacífica de diferencias.
Intimidad mejorada: una nueva perspectiva
Por otro lado, la Universidad de Houston y la Universidad de Buffalo encontraron que el consumo moderado de cannabis tiene efectos positivos en la intimidad de las parejas. Los participantes que consumían reportaron una mayor apertura emocional y una reducción de las barreras psicológicas, permitiendo conversaciones más honestas y profundas.
Además, el cannabis ha sido utilizado históricamente como un afrodisíaco en distintas culturas. En la medicina tradicional india, por ejemplo, se recetaban fórmulas a base de cannabis para mejorar la experiencia sexual, amplificando sensaciones y fortaleciendo el vínculo emocional entre las parejas. Hoy, muchas personas aseguran que el consumo moderado puede intensificar la conexión física y emocional durante los momentos íntimos.
Un placer compartido con precaución
A pesar de los beneficios señalados, el consumo de cannabis no está exento de riesgos. El abuso o el consumo sin consenso pueden generar conflictos o dependencia, afectando negativamente la relación. Es crucial que las parejas establezcan límites claros y se informen sobre las dosis adecuadas.
Según la doctora Julie Holland, psiquiatra y autora de libros sobre relaciones y cannabis, «la clave está en la moderación y en el diálogo abierto. Consumir juntos puede ser una experiencia enriquecedora si ambos están alineados en sus expectativas y objetivos».
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