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La ciencia detrás del cannabis: la UNAM crea laboratorio para controlar calidad y seguridad terapéutica

Redactor: Sam Torne 

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El Instituto de Química (IQ) de la UNAM ha dado un paso decisivo en la exploración del cannabis con fines médicos al desarrollar un laboratorio especializado para la evaluación de compuestos activos de esta planta. La instalación, ubicada en el Departamento de Biomacromoléculas y dirigida por el investigador Roberto Arreguín, se concentra en el análisis químico de cannabinoides y terpenos mediante técnicas avanzadas como cromatografía líquida de alta eficiencia, espectrometría de masas y espectroscopía infrarroja. 

 

Daniel Genaro Rosas Ramírez, investigador posdoctoral del IQ, explicó que el objetivo es garantizar la calidad de los derivados de los cannabis utilizados en terapias, identificando también la presencia de micotoxinas, solventes, pesticidas y metales pesados. Esta infraestructura permite asegurar que los compuestos tengan un uso seguro, eficaz y controlado en tratamientos médicos. 

 

Cannabis: una planta con historia milenaria y propiedades terapéuticas actuales 

Durante el seminario virtual «Fundamentos del cannabis medicinal», realizado en conjunto con el Instituto del Cannabis (ICAN), se destacó el amplio potencial farmacológico del cannabis, sustentado en investigaciones científicas modernas y el uso etnobotánico de la planta a lo largo de la historia. 

 

José Alberto Rivera Chávez, también investigador del IQ, recordó que esta planta ha acompañado a la humanidad durante milenios. Se documenta su uso en la farmacopea china desde el año 2700 a.C., y más tarde en culturas como la egipcia, africana y americana, antes de llegar a Europa. No obstante, fue a partir del siglo XX que comenzó a ser estigmatizada por sus presuntos efectos adictivos. 

 

Hoy, sin embargo, el cannabis vive un renacer desde la perspectiva médica. Se han documentado propiedades analgésicas, broncodilatadoras, inmunomoduladoras e incluso efectos beneficiosos en enfermedades como diabetes, Parkinson, Alzheimer y ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, los especialistas coinciden: su uso debe ser individualizado y no se trata de una cura universal. 

 

Un enfoque integral: ciencia, regulación y salud 


Erick Ponce, director del ICAN, subrayó que México ya cuenta con un marco legal para el uso medicinal del cannabis, además de contar con un ecosistema de investigadores, médicos y emprendedores que buscan consolidar una industria sustentada en evidencia científica. Por su parte, Itzel Dávila, gerente médica de ICAN, aclaró que el cannabis medicinal ofrece soluciones reales, pero con límites claros y tratamientos adecuados según el paciente. 

 

Este avance representa un punto de inflexión en la medicina mexicana: una apuesta por la ciencia, la tradición y la innovación terapéutica responsable. 

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