Redactor: Sam Torne

La ciudad de Shashamane, situada a unos 250 kilómetros al sur de Adís Abeba, Etiopía, es conocida por albergar una comunidad única de seguidores del movimiento rastafari. Este asentamiento tiene sus raíces en una donación de tierras realizada por el emperador Haile Selassie I en 1948, destinada a los descendientes de africanos en la diáspora que desearan regresar a su continente ancestral.
En 1948, el emperador Haile Selassie I, en agradecimiento al apoyo recibido de la diáspora africana durante la invasión italiana de 1935 a 1941, otorgó 500 acres (aproximadamente 2 km²) de su territorio privado en Shashamane para que afrodescendientes pudieran establecerse en Etiopía. Esta iniciativa atrajo principalmente a miembros del movimiento rastafari, originario de Jamaica, que veían en Etiopía su tierra prometida y consideraban a Haile Selassie como una figura divina.
Los primeros colonos comenzaron a llegar en la década de 1950. Entre ellos destacaron figuras como Gladstone Robinson, quien arribó en 1964 como delegado de la Ethiopian World Federation (EWF), y Noel Dyer, conocido por su travesía desde Inglaterra hasta Etiopía en 1965. Estos pioneros sentaron las bases de una comunidad que, en su apogeo, llegó a albergar a más de 2,000 personas.
Desafíos y transformaciones a lo largo de las décadas
La comunidad de Shashamane ha enfrentado numerosos desafíos desde su establecimiento. Tras el derrocamiento de Haile Selassie en 1974 y la instauración del régimen Derg, gran parte de las tierras fueron confiscadas debido a las políticas comunistas que prohibían la propiedad privada. Este cambio político provocó una disminución significativa de la población rastafari en la zona.
Además, los colonos enfrentaron dificultades para integrarse plenamente en la sociedad etíope. A pesar de su conexión espiritual con el país, muchos locales veían a los rastafaris y a sus descendientes como extranjeros, lo que generó tensiones y desafíos en la convivencia diaria.
Situación actual y perspectivas futuras
En años recientes, la comunidad rastafari en Shashamane ha experimentado una revitalización. Aunque la población ha disminuido en comparación con décadas anteriores, los residentes actuales continúan promoviendo la cultura y los valores rastafaris. Eventos culturales, como el cumpleaños de Bob Marley, atraen a visitantes de todo el mundo y fortalecen los lazos entre la comunidad y la sociedad etíope en general.
Además, el gobierno etíope ha mostrado señales de reconocimiento hacia la comunidad rastafari. En 2017, las autoridades comenzaron a emitir tarjetas de identificación y estatus de residentes a los rastafaris, un paso significativo que, aunque no les concede la ciudadanía, les otorga ciertos derechos y reconocimientos legales.
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