Redactor: Sam Torne
El cannabis se ha convertido en la sustancia más consumida entre los jóvenes de 12 a 23 años que acudieron en 2023 a Proyecto Hombre Madrid. De los 1.461 menores atendidos, casi la mitad buscó ayuda por problemas derivados de su consumo. Sin embargo, uno de los datos más alarmantes es que el 60% de estos jóvenes presentó patología dual, es decir, una combinación de trastornos adictivos con problemas de salud mental.
Según la memoria anual de la fundación, esta cifra refleja un problema de infradiagnóstico inicial, ya que muchos de estos trastornos no se identifican hasta que los jóvenes ingresan en tratamiento.
El tratamiento de la patología dual es especialmente complejo porque requiere un enfoque integral que aborde tanto las adicciones como los problemas de salud mental subyacentes. Entre los trastornos más comunes están los de control de impulsos, los depresivos, los de ansiedad y los alimentarios, lo que evidencia la diversidad de desafíos que enfrentan estos jóvenes.
El consumo combinado agrava la situación
El consumo de cannabis rara vez ocurre de forma aislada. Un 70% de los jóvenes consumidores de cannabis atendidos por Proyecto Hombre también presentó un consumo problemático de alcohol. Este patrón de policonsumo aumenta las complicaciones en el proceso de tratamiento y recuperación, ya que las sustancias tienden a potenciar sus efectos negativos entre sí. Además, el consumo combinado puede generar una mayor dependencia y un impacto más severo en el desarrollo emocional y físico de los afectados.
Según la memoria, el perfil típico de estos jóvenes es el de un estudiante que convive con su familia de origen, lo que pone en relieve la importancia de incluir a las familias en los programas de rehabilitación.
Diferencias de género y adicciones comportamentales
Un aspecto significativo en los datos de 2023 es la diferencia en la incidencia de patologías según el género. Las mujeres jóvenes duplicaron el porcentaje de hombres en la búsqueda de tratamiento por patología dual. Esto subraya la necesidad de diseñar estrategias diferenciadas y personalizadas para abordar las adicciones según el género.
Además de las sustancias, las adicciones comportamentales también se destacaron, siendo el uso inadecuado de nuevas tecnologías la más prevalente. Estas adicciones, aunque no implican sustancias químicas, pueden ser igual de perjudiciales, especialmente en el ámbito social y psicológico de los jóvenes.
Adicciones en adultos: un problema persistente
El informe también revela datos sobre adultos mayores de 23 años, donde el alcohol ocupa el primer lugar como sustancia más consumida, seguido de la cocaína y la combinación de ambas. En este grupo, las adicciones comportamentales, como el juego patológico, también son relevantes. El perfil más común de los adultos atendidos corresponde a personas de entre 36 y 45 años, con estudios y trabajo, que conviven con su familia o pareja.
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