Agua para todos
Por Juan Carlos Valencia Vargas
@valenciajuanc
El 9 de agosto pasado se publicó el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Los científicos están observando cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto.
Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles de años, y algunos de los cambios que ya se están produciendo, como el aumento continuo del nivel del mar, no se podrán revertir hasta dentro de varios siglos, por eso las medidas de mitigación deben ir acompañadas de medidas de adaptación.
El énfasis para enfrentar el fenómeno de cambio climático se ha venido centrando en las medidas de mitigación, pero, aunque han avanzado a lo largo de los años, no ha sido suficiente y no todos los países han hecho un compromiso real en ese esfuerzo. Hay que seguir insistiendo. Una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono y de otros gases de efecto invernadero permitiría frenar la velocidad del cambio climático. Aunque las mejoras en la calidad del aire serían rápidas, podrían pasar entre 20 y 30 años para que las temperaturas mundiales se estabilicen, según el informe del Grupo de Trabajo I del IPCC “Cambio Climático 2021: Bases físicas”, aprobado por los 195 gobiernos miembros del IPCC, en una reunión de aprobación celebrada en formato virtual a lo largo de dos semanas y que empezó el 26 de julio.
El informe del Grupo de Trabajo I es la primera entrega del Sexto Informe de Evaluación (IE6) del IPCC, que se completará en 2022.
En el informe se ofrecen nuevas estimaciones sobre las probabilidades de sobrepasar el nivel de calentamiento global de 1.5 grados Celsius en las próximas décadas, y se concluye que, a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a cerca de 1.5 grados o incluso a 2 grados será un objetivo inalcanzable.
Según este informe, las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las actividades humanas son responsables de un calentamiento de aproximadamente 1.1 grados desde 1850 a 1900, y se prevé que la temperatura mundial promediada durante los próximos 20 años superará un calentamiento de 1.5 grados. Este dato es resultado de la mejora de los conjuntos de datos de observación para evaluar el calentamiento histórico, así como de los progresos en el conocimiento científico de la respuesta del sistema climático a las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el ser humano.
Ahora tenemos una visión mucho más clara del clima pasado, presente y futuro, lo cual es fundamental para entender hacia dónde nos dirigimos, qué se puede hacer y cómo podemos prepararnos.
Las proyecciones del informe indican que en las próximas décadas el cambio climático aumentará en todas las regiones. Según el informe, se producirá un aumento de las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y se acortarán las estaciones frías; mientras que con un calentamiento global de 2 grados los episodios de calor extremo alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud.
Sin embargo, no es cuestión únicamente de la temperatura. Como consecuencia del cambio climático, las diferentes regiones experimentan distintos cambios, que se intensificarán si aumenta el calentamiento; en particular, cambios en la humedad y la sequedad, los vientos, la nieve y el hielo, las zonas costeras y los océanos. Por ejemplo:
El cambio climático está intensificando el ciclo hidrológico. Esto conlleva una mayor intensidad de las precipitaciones y las inundaciones asociadas, así como unas sequías más intensas en muchas regiones. Ya hablaremos más a detalle de estos efectos del cambio climático.
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