Redactor: Sam Torne
El mercado del cannabis legal en Estados Unidos continúa su rápida expansión, alcanzando en 2024 ventas superiores a los 31.400 millones de dólares. Este crecimiento, del 9,14% en comparación con el año anterior, ha sido impulsado por la legalización en más estados y el cambio en la percepción social sobre el cannabis. Actualmente, 24 estados han aprobado su uso recreativo, mientras que 40 lo permiten con fines medicinales.
La normalización del cannabis ha llevado a una diversificación en los productos disponibles. Más consumidores optan por comestibles, aceites, tinturas y vaporizadores, reflejando una tendencia hacia el uso del cannabis tanto con fines terapéuticos como recreativos.
Uno de los principales motores del auge del cannabis en EE.UU. ha sido la regulación estatal. Estados como Nueva York, Maryland y Missouri han legalizado recientemente su uso recreativo, lo que ha abierto nuevos mercados. En paralelo, estados con mercados consolidados, como California e Illinois, continúan registrando ingresos multimillonarios.
Además, la industria ha encontrado en la tecnología una herramienta clave para su desarrollo. Aplicaciones móviles, servicios de entrega y plataformas de análisis de datos han optimizado la venta y distribución de productos de cannabis, facilitando su acceso a un mayor número de consumidores.
La industria del cannabis se ha convertido en una fuente significativa de ingresos fiscales. Solo en California, en 2024, los impuestos derivados de la venta de cannabis superaron los 1.000 millones de dólares, destinados a educación, salud pública e infraestructura. Otros estados, como Illinois y Colorado, han reportado ingresos similares, consolidando al cannabis como un motor económico.
Además, la industria ha generado más de 440.000 empleos en EE.UU., con roles en cultivo, manufactura, distribución y ventas. Se espera que esta cifra siga aumentando, superando los 700.000 empleos para 2030 si la legalización se expande.
A pesar de su éxito, la industria enfrenta obstáculos importantes. La falta de legalización federal impide a muchas empresas acceder a financiamiento y servicios bancarios, afectando su competitividad.
Otro problema es la saturación del mercado en algunos estados, lo que ha reducido los precios y afectado a pequeños productores. Además, el mercado ilícito sigue siendo un desafío, compitiendo con precios más bajos debido a la falta de regulaciones.
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