Un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery ha revelado que los consumidores habituales de cannabis podrían tener entre 3.5 y 5 veces más probabilidades de desarrollar cánceres de cabeza y cuello en comparación con quienes no consumen esta droga regularmente. Estos tipos de cánceres incluyen aquellos que afectan la boca, la garganta y la cavidad nasal, y son generalmente más comunes en hombres que en mujeres, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California, analizó 20 años de datos de más de cuatro millones de personas. De estas, alrededor de 116,000 habían sido diagnosticadas con trastorno por consumo de cannabis, lo que significa que consumían la droga de manera regular y en cantidades significativas. Estos datos fueron comparados con los de personas de edad y sexo similares que no presentaban este trastorno, y se encontró una asociación clara entre el consumo habitual de cannabis y el aumento en el riesgo de cáncer de cabeza y cuello.
El estudio sugiere que los cannabinoides presentes en el cannabis podrían tener propiedades cancerígenas. Además, el acto de fumar cannabis podría activar vías inflamatorias que facilitan el desarrollo de cánceres en el cuerpo. Sin embargo, los investigadores también destacaron que el riesgo no se limita al humo, ya que algunos cannabinoides podrían estar involucrados en la progresión del cáncer independientemente de cómo se consuma la droga, ya sea fumada, vaporizada o ingerida.
A pesar de las conclusiones del estudio, los autores reconocen que existen limitaciones en la investigación. Una de las principales es la dependencia de datos autorreportados, lo que podría afectar la precisión de los resultados. También se subrayó que el consumo de tabaco y alcohol, común entre los consumidores de cannabis, podría estar influenciando los resultados, lo que dificulta aislar el efecto del cannabis por sí solo.
El estudio subraya la necesidad de continuar investigando el impacto del cannabis en la salud, especialmente ahora que su consumo es cada vez más común y aceptado en muchas partes del mundo. A medida que más estados y países legalizan el cannabis, entender sus riesgos y beneficios se vuelve crucial para la salud pública.
El estudio también plantea preguntas importantes sobre la forma en que el cannabis podría afectar la salud a largo plazo. Por ejemplo, si diferentes métodos de consumo tienen distintos niveles de riesgo, y cómo otros factores, como la genética y el estilo de vida, podrían influir en el desarrollo del cáncer en consumidores habituales de cannabis.
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