Redactor: Sam T
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El Bosque de Chapultepec, uno de los espacios verdes más importantes de la Ciudad de México, alberga una impresionante biodiversidad que recientemente fue documentada a través del primer BioBlitz. Durante este evento, 30 investigadores y 200 estudiantes de la UNAM, en colaboración con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema), realizaron un inventario exhaustivo de las especies presentes en la primera sección del bosque. El objetivo del BioBlitz fue capturar en 24 horas una imagen detallada de la flora, fauna y hongos de la zona.
Una de las sorpresas más inesperadas de este inventario fue el descubrimiento de Cannabis sativa, comúnmente conocida como marihuana. Aunque no se encontraron grandes cantidades, esta planta fue identificada como una «observación casual» en el área, lo que sugiere que su presencia puede deberse a causas antropogénicas, es decir, introducida por la actividad humana.
Un ecosistema rico y diverso
El ejercicio de BioBlitz arrojó resultados sorprendentes. En total, se registraron 279 especies, entre las cuales 97 fueron plantas, representando un 35.4% del total. Además, se documentaron 79 insectos, 33 especies de hongos y una pequeña variedad de mamíferos, reptiles y aves. Los investigadores también descubrieron varias especies endémicas, incluidas algunas especies de ajolote, pez, ave y milpiés, lo que resalta la importancia de este espacio natural dentro de la urbanización de la Ciudad de México.
Uno de los hallazgos más intrigantes fue el avistamiento de una luciérnaga que, según el equipo de investigación, podría no haber sido descrita científicamente hasta la fecha. Este tipo de descubrimientos subraya la riqueza biológica oculta en Chapultepec, que sigue asombrando incluso a los expertos.
Retos para la conservación
A pesar de la diversidad documentada, el Bosque de Chapultepec enfrenta múltiples retos debido a la actividad humana y la contaminación ambiental. Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, resaltó la capacidad de las especies encontradas para adaptarse a la presencia humana y a las condiciones adversas, lo que ha permitido su supervivencia en este entorno urbano. Sin embargo, se subrayó la necesidad de implementar medidas de conservación para proteger este ecosistema.
Entre las recomendaciones clave destacan la creación de planes de manejo para los ecosistemas acuáticos del bosque y el establecimiento de santuarios de protección, como para las luciérnagas. También se propuso aumentar la presencia de polinizadores y fomentar el uso de plantas nativas en lugar de exóticas.
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