Cannabis comestible: lo que debes saber sobre sus efectos, duración y potencia
- RootsLand
- 24 mar
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Redactor: Sam Torne
Los productos comestibles que contienen cannabis han ganado popularidad en los últimos años, ofreciendo una alternativa a la tradicional inhalación de marihuana. Sin embargo, es esencial comprender que la forma en que se consume el cannabis influye significativamente en la intensidad y duración de sus efectos.
Al fumar cannabis, los efectos psicoactivos suelen manifestarse rápidamente, generalmente en cuestión de minutos, alcanzando su punto máximo entre 30 y 60 minutos, y disminuyendo en un lapso de dos a cuatro horas. En contraste, los comestibles de cannabis requieren un proceso digestivo y metabólico más prolongado.
Después de la ingestión, los efectos pueden tardar entre 30 minutos y 2 horas en aparecer, alcanzando su punto máximo alrededor de las 4 horas y prolongándose por varias horas más. Esta diferencia se debe a que, al ser metabolizado por el hígado, el THC se convierte en 11-hidroxi-THC, un metabolito más potente y de mayor duración que el THC inhalado.
Consideraciones de seguridad en el consumo de comestibles
La demora en la aparición de los efectos de los comestibles puede llevar a una ingesta excesiva, ya que algunos usuarios, al no sentir efectos inmediatos, pueden consumir dosis adicionales, resultando en experiencias intensas y prolongadas. Es fundamental que los consumidores sean conscientes de esta latencia y dosifiquen adecuadamente, comenzando con pequeñas cantidades y esperando el tiempo suficiente para evaluar los efectos antes de considerar una dosis adicional.
El cannabis medicinal ha sido objeto de estudio para tratar diversas condiciones en niños y adolescentes, como ciertas formas de epilepsia refractaria. Sin embargo, su uso en menores debe ser estrictamente supervisado por profesionales de la salud, ya que aún se desconocen muchos de los efectos a largo plazo. Además, la mayoría de los productos de cannabis no están aprobados por agencias regulatorias para pacientes menores de 18 años, y su composición puede variar, lo que plantea riesgos adicionales
