Redactor: Sam Torne
A partir del 1 de enero de 2025, California permitirá la apertura de cafés de cannabis, espacios innovadores donde los clientes podrán disfrutar de alimentos, bebidas no alcohólicas y espectáculos en vivo mientras consumen marihuana. La ley AB 1775 marca un punto de inflexión para la industria del cannabis, buscando diversificar los negocios minoristas y ofrecer una experiencia similar a los famosos "coffeeshops" de Ámsterdam.
Esta legislación permitirá que los dispensarios de cannabis con licencia vendan alimentos preparados y bebidas no infusionadas, algo que hasta ahora estaba limitado a productos preenvasados. Además, podrán organizar eventos como conciertos y espectáculos, fortaleciendo el atractivo de estos establecimientos y fomentando el turismo y la economía local.
Controversias y precauciones
Sin embargo, no todos están de acuerdo con esta medida. La American Cancer Society Cancer Action Network (ACS CAN) ha manifestado su oposición, argumentando que esta ley podría convertir los dispensarios en restaurantes donde se permita fumar, lo que pone en riesgo la salud pública. El grupo ha señalado que el humo de cannabis, al igual que el humo de tabaco, tiene efectos adversos en la salud, especialmente en espacios cerrados.
El gobernador Gavin Newsom, por su parte, ha defendido la legislación, asegurando que se tomarán medidas para proteger tanto a los empleados como a los clientes. Los empleadores estarán obligados a proporcionar mascarillas y capacitar a su personal sobre los riesgos del humo de segunda mano. Además, las autoridades locales tendrán la responsabilidad de supervisar el cumplimiento de las normas de seguridad.
Newsom también ha advertido que, si las protecciones laborales y sanitarias no son adecuadas, podrían tomarse medidas para revisar o ajustar la ley en el futuro.
La implementación de la ley AB 1775 no solo busca revitalizar la economía local. Los cafés de cannabis tienen el potencial de atraer turistas, fomentar el entretenimiento en vivo y generar empleos. Al diversificar las actividades permitidas en los dispensarios, la industria del cannabis podrá competir con el mercado ilegal, fortaleciendo así la regulación estatal.
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