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Cómo se produce el aceite de cannabis: un proceso complejo y delicado

Cómo se produce el aceite de cannabis: un proceso complejo y delicado

El aceite de cannabis es un producto que ha capturado la atención mundial tanto por sus aplicaciones terapéuticas como por su controversia. 


Detrás de su elaboración, existe un proceso de cómo se transforma esta planta en un extracto concentrado, resaltando la tecnología, la ciencia y el arte detrás de su producción. 


Todo comienza con el cultivo de la planta de cannabis. Dependiendo del tipo de aceite deseado, se seleccionan cepas con niveles específicos de CBD y THC. Las plantas deben crecer en condiciones controladas para maximizar su potencia y calidad. Factores como la luz, el agua y el suelo son cuidadosamente monitoreados para asegurar un cultivo óptimo. 


La elección de la cepa adecuada es crucial, ya que cada una posee una composición única de cannabinoides y terpenos, los compuestos que definen los efectos y aromas del aceite. Algunas cepas son ricas en CBD y tienen poco o nada de THC, ideales para aquellos que buscan beneficios terapéuticos sin los efectos psicoactivos. Otras cepas pueden tener un balance más equitativo de CBD y THC, ofreciendo un espectro diferente de potenciales beneficios y efectos. 


El acondicionamiento del entorno de cultivo es igualmente importante. Las plantas de cannabis son sensibles a su medio ambiente y requieren condiciones específicas para florecer. La luz, ya sea natural o artificial, debe ser adecuada en intensidad y duración para simular las condiciones óptimas de crecimiento. El riego se maneja con precisión para evitar tanto la deshidratación como el exceso de agua, lo que podría dañar las raíces y afectar el desarrollo de la planta. 


El suelo es otro factor crítico. Debe ser rico en nutrientes y mantener un equilibrio adecuado de pH para optimizar la absorción de minerales esenciales. En algunos casos, se utilizan técnicas de hidroponía, donde las plantas crecen en soluciones acuosas ricas en nutrientes, lo que permite un control aún mayor sobre las condiciones de crecimiento. 

 

COSECHA Y SECADO: PREPARANDO LA PLANTA 

Una vez que las plantas alcanzan la madurez, se cosechan. Las hojas y flores se separan del resto de la planta, ya que son las partes que contienen los niveles más altos de cannabinoides. Luego, se secan para reducir su contenido de humedad, un paso crítico para prepararlas para la extracción. 


El proceso de extracción es donde la planta se transforma en aceite. Existen varios métodos de extracción, como el uso de CO2 supercrítico, alcohol etílico o aceites portadores. Cada método tiene sus propias ventajas y desventajas en términos de pureza, eficiencia y conservación de los compuestos beneficiosos de la planta. 


Después de la extracción, el aceite crudo pasa por varios procesos de refinamiento y purificación. Estos pasos son esenciales para eliminar impurezas, como ceras y clorofila, y para concentrar los cannabinoides deseados. El resultado es un aceite de cannabis puro y de alta calidad. 


Antes de ser comercializado, el aceite de cannabis es sometido a rigurosas pruebas de laboratorio. Estas pruebas verifican la concentración de CBD y THC, así como la ausencia de contaminantes como metales pesados, pesticidas y solventes residuales. Este es un paso crucial para garantizar la seguridad y eficacia del producto final. 


Con información de https://www.eldiariocba.com.ar/ 

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